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Análisis

La gestión de Alemany es 'top', según los muy cursis

El director general ha acertado con el entrenador y la renovación de Soler, pero suma un déficit de 50 millones en los traspasos de Enzo, Negredo y Alves - La venta de Sivera es desalentadora

La gestión de Alemany es 'top', según los muy cursis

Los muy cursis nos advierten de que la gestión de Mateu Alemany al frente del Valencia CF está siendo «top», y lo acompañan, en las redes sociales, con una flecha hacia arriba. El director general ha dado en el clavo al fichar al técnico preferido en las todas las encuestas, Marcelino García Toral, aun a costa de desautorizar a su director deportivo, José Ramón Alesanco, partidario de Quique Setién; y al apostar por la renovación del centrocampista Carlos Soler, nueva referencia sentimental del valencianismo.

A partir de ahí, sin embargo, lo que está haciendo Alemany es vender a precio de saldo la morralla futbolística dejada por el propietario, Peter Lim, con un déficit de más de 50 millones en los traspasos de Enzo Pérez, Negredo y Diego Alves, seguramente porque no había forma humana de sacar más tajada por ellos después de dos temporadas calamitosas y de unos sueldos desorbitados.

Alemany y Marcelino parecen formar una sociedad sólida. Son personas respetadas en el mundo del fútbol y han sabido ganarse su espacio ante el dueño de Singapur, que les está dando poco margen económico para lidiar en la selva de los fichajes. La imposibilidad de contratar a Fornals ha sido un baño de realismo.

A escasos 13 días del comienzo de la Liga (el viernes 18 ante Las Palmas en Mestalla), el técnico asturiano no sabe con qué pareja de centrales va a comenzar el campeonato. Es una pesadilla repetida de la pasada campaña con Pako Ayestarán si bien en esta pretemporada el equipo ha dejado, paradójicamente, buenas sensaciones defensivas. El cuerpo técnico está convencido de que sacará rendimiento de este grupo. Marcelino sabía a lo que se exponía al fichar por el VCF y lo aceptó (no tener una plantilla definida hasta el cierre del mercado, el 31 de agosto), pero no parece lo más recomendable.

El traspaso de Sivera al Alavés por dos millones fue un mensaje desalentador: el portero de la casa con más proyección de las últimas décadas ha sido vendido para, si triunfa, comprarlo por el doble. Con una cesión bastaba.

Alemany se mueve con habilidad entre las exigencias del entrenador, los rigores financieros del dueño y las restricciones del mercado. Todo dentro de la normalidad. Nada excepcional. Hay que huir de la «coentor» del «top».

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