P Jugadora y entrenadora de la última campeona de Roland Garros. ¿Qué le llevó al otro lado de la barrera?
R Era algo que tenía en mente hacer para cuando llegase el momento de dejar de jugar. Pero como paré por la lesión, surgió y dije: ‘Adelante’. Primero con Silvia Soler y ahora con Jelena Ostapenko.
P Y va y su alumna gana el Roland Garros. Jelena es una jugadora física, lo contrario que usted.
R El tenis ahora es físico. Lo que ahora se lleva es sacar fuerte, pegarle duro y no pasar más de 2 o 3 pelotas. Cuando sale alguna jugadora talentosa, como las de antes, que son capaces de variar un poco el juego, ponen en muchos problemas a las jugadoras que golpean fuerte a la pelota. El problema es que no hay jugadoras de ese estilo. Jelena me ha enseñado vídeos de la pista en la que jugaba de pequeña y era de parqué. Haber crecido en una pista así hace que ahora esté encantada con todas las bolas que le vienen rápidas. Es como si le tiraran un balón de fútbol.
P Muguruza es de esas...
R Sí, totalmente. Garbiñe es de esas jugadoras que, aparte de jugar muy agresivo, tiene la capacidad de defender muy bien, por eso ha sido capaz de llegar al número 1. Porque no sólo es capaz de golpear muy fuerte la pelota, sino que cuando no está en su mejor día saber defender y sacar la garra para ganar los partidos. Además, tiene una gran envergadura (1,82 metros) y eso le da para abarcar mucha pista.
P ¿Qué puede decirme de Rafa Nadal?
R Rafa es un portento de la naturaleza en todos los sentidos, porque pese a las lesiones ha sido capaz de superarlas y volver más fuerte. También un portento psicológico, porque es el mejor de la historia a nivel mental y luego, obviamente, tiene un tenis muy alto.
P Anabel Medina era de las «jugonas».
R Así es. Yo coincido con el final de la época de Arantxa y de Conchita Martínez y entro en esa etapa en la que el tenis femenino no era tan físico. Entonces, conforme voy evolucionando, entra la época de las hermanas Williams y la llegada de un tenis diferente, mucho más agresivo. Yo, con 1,68 de altura, no podía darle la pelota igual de fuerte que las grandes, y además tuve el hándicap de la lesión de rodilla que sufrí en el Open de Australia, muy pronto, y nunca volví a ser la misma. Eso me perjudicó para el resto carrera. Pero aún así cumplí, porque estuve la 16 del mundo y la 3 en dobles. Mucha gente firmaría ese currículum.
P Sus rivales decían que leía el juego como nadie. ¿Qué le transmite a Jelena?
R Con 18 años de recorrido en el tenis profesional, lo mejor que yo le puedo transmitir a una jugadora es mi experiencia. Y entra la faceta de gestionar los nervios y las sensaciones que ella pueda tener dentro de la pista. Yo lo he pasado mi veces. Me faltaba sufrir menos en la pista para poder desarrollar mi juego. La tensión me quitaba movilidad, me cansaba mucho más… Desde fuera se ve todo mejor. Y luego tienes más tranquilidad para transmitírselo a la jugadora.Ese es el valor más grande que puedo enseñar.
P Usted no se ha retirado oficilamente. Dijo que lo haría en torneo que le gustase. ¿Ya lo sabe?
R Cuando termine el el año me iré a una semana a meditar y decidiré qué hacer. En teoría, el año pasadoera mi último, pero con la lesión no pude retirarme y luego me surgió la faceta de entrenar. Así que me tengo que sentar y ver de verdad qué quiero hacer, si seguir entrenando ahora o posponerlo para poner fecha a mi retirada, porque creo que esa es una decisión muy importante en mi carrera. No quiero que pasen los años y arrepentirme de haberlo hecho mal.
P Pero, ¿cómo está? ¿se entrena?
R De momento, no estoy entrenando, porque tampoco puedo… cuando estoy en Valencia voy algún rato al gimnasio, pero estoy mucho tiempo fuera. Ten en cuenta que le tengo que dedicar mucho tiempo a Jelena, y eso mentalmente agota y te resta energía para entrenar. En el momento que lo decida, tendré que ponerme a tope.
P Está con el ranking protegido. ¿Qué es eso exactamente?
R La WTA te da la posición del ranking en el momento en el que te lesionaste, que en mi caso era la 30 del mundo. Si estás 6 meses fuera de competición, te dejan inscribirte 8 torneos con ese ranking. Y yo tengo hasta agosto del año que viene para jugarlos.
P Viendo el final de su carrera como tenista. ¿Le quedó alguna espina clavada?
R Siempre dices: ‘Pues si yo hubiese dicho esto, a lo mejor’. Pero al final, como todo en la vida, lo que no has hecho te puede servir para aprender y luego ser mejor entrenadora. Sí me hubiese gustado hacer un buen resultado en un Grand Slam (llegó a cuartos de final en su primer Open de Australia), ya no digo ganar, pero sí estar en unas semifinales de Roland Garros. A pesar de que lo hacía bien, con el paso de los años las ganas de llegar a las finales me provocaban más presión. Por el resto, dentro de mis posibilidades he hecho lo que he podido y estoy muy contenta con mi carrera. Cualquiera lo firmaría.
