José Ramón Alesanco (Barakaldo, 61 años) sabía que su tiempo en el Valencia ya estaba en la prórroga, en esa desesperada franja en la que Johan Cruyff lo colocaba de improvisado delantero centro en las remontadas del Barça del Dream Team. Ayer, un abogado le entregó en nombre de la entidad la carta de despido al ya exdirector deportivo del club, que én los últimos meses había estado marginado de todas las principales actuaciones en la configuración de la plantilla. La decisión personal del presidente Anil Murthy pilló a contrapié al resto de estamentos, desde el departamento de comunición al propio Marcelino García Toral, que no disimuló su asombro al enterarse de la destitución en mitad de su rueda de prensa. Este lunes Alesanco está citado en las oficinas del club para resolver su finiquito. Tenía un año más de contrato, con un sueldo de medio millón de euros.

Alesanco quedó muy debilitado desde que, en la pasada primavera, quedó desautorizado en su principal apuesta como director deportivo, cargo para el que fue designado tras la renuncia en enero de Jesús García Pitarch. El acuerdo por Quique Setién estaba pactado y con los contratos listos para ser firmados. Sin embargo, la intervención del recién llegado director general Mateu Alemany frustró la incorporación, decantándose finalmente por Marcelino García Toral. Alesanco formaba parte de la estructura fallida de la primera era de Peter Lim y se había quedado, también, huérfano de aliados como la expresidenta Layhoon Chan.

En los últimos meses su influencia fue decreciendo. Su salida de las negociaciones para ampliar el contrato de Carlos Soler fueron claves para que la gran perla de la cantera acabase firmando su blindaje de 80 millones de cláusula. La iniciativa de Marcelino lideró algunos de los principales fichajes en el mercado de verano, como Guedes, Paulista o Kondogbia, cuya llegada a Mestalla se fraguó con llamadas personales del técnico blanquinegro.

A los pocos minutos de haber recibido la notificación de su despido, Alesanco dejaba caer que había sido víctima de una decisión basada por la falta de «feeling personal» con el presidente, al tiempo que defendía su gestión de los últimos meses: «Se eligió un director general después de mi nombramiento y eso suele ser al revés. Creo que habíamos hecho un trío fenomenal y todos estábamos implicados. Yo estaba en la foto pero nadie me decía que salía en la foto. Mis competencias eran muchas y variadas. Yo siempre me doy el cien por cien. Hemos trabajado duro. Hemos hecho un trabajo increíble. Creía que me iba de vacaciones pero igual son más largas de las que yo creía», señaló en declaraciones a Radio Marca.

Además, Alesanco insistió en que fue copartícipe de la elección final de Marcelino como técnico: «Es mentira que yo no apostara por Marcelino. Setién era uno de los entrenadores que estaba en la lista y yo trabajé con varios técnicos. Pero Marcelino también era nuestro numero uno. Algún día explicaremos por qué». Por último, Alesanco no ahondó en los motivos de su despido, alegando que no había podido hablar con ningún responsable de la entidad: «Quiero que el lunes me expliquen los motivos. Cuando estás tan comprometido me sabe mal que lleguen estas situaciones».