Juan Carlos Garrido Fernández (Valencia; 29 de marzo de 1969) tiene una maleta con ruedas. Su pasaporte está lleno de sellos del mundo árabe. Ha entrenado en Egipto, Arabia Saudí y esta temporada dirige al Raja Casablanca de Marruecos, considerado por la Confederación Africana de Fútbol como el tercer mejor club de África del siglo XX, por detrás de los egipcios Al-Ahly (al que también entrenó) y el Zamalek.
«Sí es cierto que el mundo árabe está conectado y más en el ámbito del fútbol. Hay mucha interrelación en este deporte y, prueba de ello, es que han dado partidos nuestros de aquí en Marruecos por televisión en Arabia Saudí, y por eso, desde que entrené en Egipto, he tenido ofertas de equipos de Arabia, Túnez o Marruecos. ¿Un especialista en este tipo de fútbol? No sé, cada uno al final toma decisiones y sabe también el mercado que tiene. A mí me perjudicó mucho mi etapa en el Betis y por eso tomé la decisión de marcharme a Egipto. Desde entonces, siempre he tenido ofertas», explica.
Fue el «buen nivel deportivo del Raja», afirma, el que llevó a Garrido a firmar por las «Águilas Verdes» de la mítica ciudad de Casablanca. «Yo estuve entrenando en Arabia, que es un país cuyo fútbol es amateur pero que mueve cifras millonarias. Si vas allí con vocación de entrenador, estás perdido. Sin embargo, en Marruecos, sí que hay cultura de fútbol y muy buen nivel deportivo. Entrenar al Raja es, por ejemplo, como entrenar al Madrid o al Barça en España. El fútbol magrebí es muy competitivo. En mi equipo, por ejemplo, hay cuatro o cinco futbolistas de muy buen nivel que en un año estarán en Francia o en los mejores clubes de Europa», explica.
El Raja Club Athletic tiene reputación de jugar con un estilo de fútbol atractivo y vistoso. Sin embargo, desde 2014 no ha ganado la Liga de Marruecos. El entrenador valenciano afirma que uno de los motivos por los que fichó por el Raja fue «porque me daba la opción de lograr títulos, y en eso estamos», señala, pero añade que para ello es necesario darle un plus a su trabajo en el club, el organizativo, más allá del sistema de juego 4-4-2 o del 4-2-3-1. Es algo que el técnico valenciano ya ha hablado con José Antonio Camacho. El exjugador del Real Madrid es el actual seleccionador de Gabón y tiene un futbolista en el Raja, o con el mítico exinternacional holandés Ruud Krol, que ya tuvo la oportunidad de dirigir al Raja hace ahora dos temporadas.
«Nosotros venimos aquí a aportar nuestros conocimientos a nivel de organización, detalles que te hacen ganar o perder un partido y a los que no les da tanta importancia como la dieta o la puntualidad, por ejemplo, y nuestro trabajo va más allá de si jugamos con defensa de tres o de cuatro. Aquí lo del Tiki-taka les gusta mucho, pero la mejora que le puedo dar yo son detalles que marcan la diferencia. Es eficiencia», dice.
«En Arabia, por ejemplo, el tema de la puntualidad no lo entendían. Era complicado hacerles entender que, pese a que fueras el mejor del equipo, si llegabas tarde no jugabas. Aquí en España los chavales, por ejemplo, lo tienen asumido desde que son pequeños. Pero en Marruecos esa tradición, pasión y seguimiento del fútbol sí que me lo he encontrado. Aquí hay buenos equipos, buenos estadios, afición, y, si te das cuenta, el fútbol de Marruecos o de Argelia siempre ha estado muy presente en los Mundiales», apunta.
De momento, el único tropiezo del Raja Casablanca, más que deportivo, ha sido el retraso en los pagos. Eso le ha obligado a prestar algún dinero a más de un futbolista. «Es algo que está a la orden del día en el fútbol. Aquí ha habido algún retraso, pero se entiende que lo solucionarán».
