Podría decirse que Fernando Roig Negueroles (València, 1974) lleva media vida en el Villarreal CF. Empezó en el club casi por casualidad con 23 o 24 años y, poco a poco, fue ganando responsabilidades hasta llegar a ser el actual consejero delegado de la entidad. Como cualquier aficionado del submarino, sufre en cada partido y sueña con ver a su equipo alzando un título.
P Parece que corren aires más tranquilos en el Villarreal en las últimas semanas...
R Bueno, siempre ha habido tranquilidad. Cuando los resultados no se dan te preocupas o no se da el mejor ambiente posible, pero siempre se ha creído en la plantilla y se ha confiado en que las cosas, sabiendo de la dificultad que es competir en la Liga y en Europa, fueran a mejor.
P Se marchó Fran Escribá y llegó Javi Calleja, ¿cómo se toma esa decisión?
R Fue difícil. Nos habría gustado continuar como estábamos y acabar la temporada, y hacer los cambios que hubieran sido necesarios a final de temporada porque así son menos traumáticos. Ojalá hubiésemos podido continuar, pero fue por las sensaciones más que por los resultados porque los resultados, sin ser buenos, no eran excesivamente malos.
P ¿Se arrastraban esas malas sensaciones desde la temporada anterior?
R La temporada pasada, en líneas generales, fue buena. El entrenador vino sin pretemporada, perdimos una previa de Champions, no se empezó bien en La
Liga... Pero al final de todo conseguimos un quinto puesto en la Liga, que es algo complicado y es un buen resultado. A partir de ahí, pensamos que con una pretemporada y con un tiempo por delante las cosas iban a ir a mejor y que íbamos a jugar bien. Pero las sensaciones no fueron buenas y consideramos que necesitábamos un cambio.
P Ese cambio llega de la mano de un entrenador de la casa, ¿qué puede aportar Calleja?
R Esa decisión también fue difícil de tomar. Javi viene del filial y solo ha entrenado aquí, pero lo conocemos mucho, sabemos perfectamente lo que piensa y cómo desarrolla su trabajo, y estamos convencidos de que el equipo va a ir a más. Su estilo concuerda perfectamente con lo que quiere el club.
P ¿A usted le gusta más ese rombo en el centro del campo que ha probado en Liga o es partidario de otro tipo de sistema?
R Yo creo que lo ha dicho él y no es una cuestión de sistema. Al final hay que poner a los jugadores en el campo con cierto orden pero, más que sistema, es estilo y Javi no se cierra a un sistema. Seguro que durante la temporada hará cambios. Lo que básicamente queremos es ser protagonistas e ir a por el partido desde el minuto uno hasta el 90. Sabemos que no siempre podremos ganar, pero la intención ha de ser esa.
P Son esas las señas de identidad que quieren que siga teniendo el Villarreal, ¿no?
R Sí, nosotros siempre hemos querido tener un juego atractivo porque, al final, somos lo que somos y queremos enganchar a la
gente. Por nuestras características de club y por las características de nuestros jugadores, es mucho más fácil ganar yendo a por los partidos desde el minuto uno que a lo mejor de otra forma.
P Entre esos jugadores ya no están Musacchio, Soldado ni Dos Santos, que se marcharon en verano, y sí otros jugadores más jóvenes con proyección. ¿Buscaban asegurar su futuro?
R No se trata de tener DNI. Nosotros, los jugadores que están rindiendo bien, no queremos que se vayan. Se van por circunstancias del mercado, porque obtienne más dinero o porque quieren un cambio de aires. Y cuando se va un jugador hay que sustituirlo. A veces lo hemos hecho con gente más veterana como Bacca y otras con gente más joven. Intentamos buscar el mejor jugador o el más idóneo en cada momento para sustituir al que se va.
P Pero el suyo siempre ha sido un proyecto a largo plazo.
R Sí, de lo que se trata es de tener un equipo compensado. Ahora mismo tenemos gente muy joven, con contratos largos y que queremos que se queden aquí muchos años, pero esto cambia día a día y, sobre todo, verano a verano. Nunca se sabe lo que puede pasar.
P ¿Le dolió en especial la marcha de alguno?
R Realmente no da tiempo a pensar mucho. Cuando un jugador se va hay que sustituirlo, hay que seguir teniendo un buen equipo y se trabaja para la sustitución y ya está. Al final, los jugadores van y vienen, hay algunos más identificados que es difícil que se vayan porque no se quieren ir y otros que es más fácil que cambien de club.
P ¿Qué exigencia tiene a día de hoy ? ¿Es el objetivo estar siempre entre los cinco primeros?
R No hace tanto bajamos a Segunda... Hay que ser humildes y saber que en Primera cada vez hay mejores equipos, con mayor presupuesto y cada vez va a ser más difícil competir para estar ahí. Ese es el primer paso. Nosotros no queremos volver a descender, todos los años descienden tres y esperamos no ser uno de ellos. A partir de ahí no nos ponemos límites: somos ambiciosos, pensamos partido a partido y queremos sumar el mayor número posible de puntos porque al final es lo que te sirve para estar arriba.
P Pero, ¿entienden que en algún momento dado el aficionado les exija más?
R Las personas, el público, podemos opinar lo que queramos y puede expresarlo como quiera, pero la verdad es que somos la población que somos, somos la provincia que somos y, si no remamos todos en la misma dirección, es difícil hacer un gran club. Lo que la gente tiene que entender es que no es fácil competir porque todos los equipos quieren ganar y todos tienen cada vez estructuras más profesionalizadas.
P ¿Le molestan las críticas?
R La crítica a mí no me importa, sí que no me gusta que sea durante el partido porque creo que no ayuda a nadie, ni a los propios aficionados, que realmente lo que quieren es que su equipo gane.
P El equipo cumple su décimo séptima temporada en Primera y usted ya lleva 18 o 19 años aquí, ¿cómo valora el crecimiento experimentado por la entidad?
R Es difícil valorarlo porque no te das cuenta. Cuando te reencuentra con una persona al cabo de veinte años pues ves el cambio, pero si la ves día a día no te vas dando tanta cuenta -bromea-. Recuerdo cuando estábamos en el estadio, en las oficinas, que éramos cuatro o cinco personas, y ahora tenemos una importante infraestructura. A nivel deportivo se ha crecido, pero a nivel institucional y social, muchísimo más porque cada vez hacemos más actos y somos reconocidos por muchísimas cosas a parte de lo futbolístico.
P ¿Se decide potenciar la marca Villarreal porque creen que no se les da el trato que les corresponde?
R Nosotros intentamos crecer a todos los niveles, tanto en España como en el resto del mundo. En España hay dos clubes que marcan mucho la diferencia, pero creo que el Villarreal es un club reconocido nacional e internacionalmente en muchísimos aspectos.
P El proyecto «Endavant», que engloba solidaridad, deporte o cultura, también está contribuyendo a ello y les distingue de otros clubes, ¿no?
R Sí, imagino que habrá más clubes que toquen temas sociales, pero nuestra mentalidad es que el fútbol es el deporte mayoritario, el que más ingresos recibe y, a otros deportistas, con muy poquito, les ayudas a desarrollar su actividad y lograr sus sueños.
P Y así su marca se mueve a nivel mundial en otros ámbitos deportivos más allá del fútbol.
R Obviamente, hacemos todo esto y nos gusta ser reconocidos por ellos, pero no es la mentalidad con la que empezamos esto. Simplemente quisimos ayudar a otros deportistas.
P ¿Qué precio puede tener la marca Villarreal a día de hoy?
R No tengo ni idea. No hemos hecho ningún estudio al respecto, pero creo que bastante.
P ¿Tiene techo el club?
R Creo que estamos a un nivel muy alto. Estamos en una competición que puede ser la segunda mejor de Europa, llevamos cuatro años consecutivos entrando en competición europea... Y lo que queremos es posicionarnos en puestos altos de la Liga española y competir en Europa el máximo de veces posible.
P ¿Es su sueño conseguir un título en Europa?
R Es el sueño de cualquier aficionado del Villarreal. Claro que nos gustaría, pero yo creo mucho en el largo plazo y creo que si estamos ahí y jugamos muchos años, algún año nos tocará. Pero lo más importante no es ganar un título y luego desaparecer sino estar muchísimos años en los puestos altos e intentarlo. Ojalá se dé cuanto antes.
P ¿Es cuestión de suerte o falta dar un paso más?
R En una competición a eliminatorias el componente del azar siempre influye, pero no creo que sea suerte que el Sevilla la haya ganado cuatro o cinco veces en los últimos diez años. Al final está el buen hacer de los clubes. Nosotros hemos estado cerca, pero hay que hacer las cosas un poquito mejor para llegar a una final.
P En las últimas temporadas han llegado a tres semifinales. De las que más se ha hablado son las del Arsenal y la del Liverpool. ¿Qué recuerdos tiene de aquellos momentos?
R La del Arsenal es la más famosa, estuvimos a un penalti de forzar una prórroga que, con la dinámica que llevaba el partido, hacía pensar que podíamos ganar porque fuimos muy, muy superiores durante todo el partido. Y la de Liverpool, que al final fue un 3-0 y parecía contundente, la verdad es que con un 2-0 nos hicieron un penalti que no nos pitaron y que podía haber cambiado totalmente la dinámica de la eliminatoria. Al final no pudo ser y perdimos ante un gran equipo. Esperemos tener pronto otro tipo de partido así y que la moneda caiga de nuestro lado.
P ¿Cuáles son las sensaciones para este año?
R Sin menospreciar a los rivales, deberíamos ser primeros de grupo. A partir de ahí, ya iremos viendo qué nos depara el sorteo en función de si somos primeros o segundos porque el año pasado sufrimos para ser segundos.
P ¿Va a ayudar el hecho de que, tras este parón, vuelva gente que llevan lesionada varios meses?
R Es verdad que hemos tenido muchas lesiones y en puestos que nos han lastrado, pero son parte de fútbol y hay que ir asumiéndolas. Para eso tenemos una plantilla amplia y no vale la pena lamentarse. Queremos tener a todos disponibles todas las jornadas, pero eso a veces es difícil.
P Se ha rejuvenecido el primer equipo y también el filial.
R Son cambios generacionales. Se producen en el primer equipo y en el dependiente es normal que se produzcan. Hace dos temporadas teníamos un equipo con Alfonso, Rodri, Leo Suárez... y firmamos tres o cuatro jugadores con más experiencia porque era un año para poder ascender. Fuimos segundos y nos eliminó el Logroñés en primera ronda. Al año siguiente mucha gente continuó, pero este venía de abajo gente con mucho talento y no podíamos tapar más tiempo a jugadores del C y del juvenil que ya merecían dar el paso de estar en Segunda B. No es una obligación estar arriba, pero ojalá podamos conseguirlo y jugar la promoción.
P ¿Sería su ideal volver a tener al filial en Segunda?
R Claro, estuvimos tres años así y nunca descendimos, solo lo hicimos por obligación al bajar el primer equipo. Es lo ideal por la formación, porque es mejor para los jugadores competir en una categoría más alta, y también económicamente porque en Segunda hay unos ingresos muy importantes. Claro que queremos estar en Segunda, pero tenemos que priorizar formar jugadores para que lleguen a Primera División como hemos hecho estos años.
