El Valencia Basket sufrió una dura derrota ante el CSKA y confirmó que Moscú sigue siendo un territorio inhóspito: 8 derrotas en otras tantas visitas. El conjunto de Vidorreta tan solo aguantó la primera mitad, porque tras el paso por los vestuarios el equipo ruso, liderado por un majestuoso De Colo, aniquiló las opciones «taronja» de poder aspirar a ganar el partido.

El Valencia Basket volvió a ser víctima de un club poderoso en Europa, que con un presupuesto descomunal apenas concede nada a sus rivales. Si en España las diferencias son notables, en la competición continental todavía se hacen más evidentes. En proceso de adaptación a la competición, el conjunto valenciano deberá levantarse cuanto antes, porque no hay que olvidar que esta primera fase consta de 30 jornadas y tan sólo se han consumido 6 de ellas.

Caer en Moscú o en la pista del Fenerbahce entraba dentro del guión. Ganar la semana próxima al Milán en la Fonteta también debe serlo. El choque dejó, además de la derrota, una mala noticia con la lesión de Van Rossom. El base belga pisó de manera fortuita el pie de su compañero Will Thomas y se dobló el tobillo derecho en el tercer cuarto. A falta de las pruebas que se le harán hoy, Vidorreta no podrá contar con él al menos el próximo domingo en Bilbao, de forma que el puesto de base únicamente está cubierto por Vives.

Hubo partido hasta el descanso

El Valencia Basket firmó un arranque de partido descarado y con acierto que sorprendió al CSKA de Moscú. Un triple de Doornekamp obligó a Itoudis a pedir su primer tiempo muerto (6-17). Reaccionaron los rusos con la entrada en pista de De Colo. El exjugador «taronja» tomó galones en los suyos en el apartado anotador. La irrupción del francés, unido a una mejora defensiva de los moscovitas, frenó la progresión de los de Vidorreta, que se marcharon al final del primer cuarto por debajo en el marcador (20-19).

El arbitraje tomó protagonismo en el segundo cuarto. El trío de colegiados castigó con un rigor excesivo a los valencianos, que terminaron por desquiciarse. Pese a ello, los «taronja» con empuje colectivon se mantuvieron en el choque hasta el descanso (43-38).

En el tercer cuarto comenzó la debacle. De Colo tomó la manija sin piedad ante el que fue su equipo y disparó el electrónico (66-48). El Valencia Basket, al contrario que otras ocasiones, no tuvo energía para remontar y se dejó llevar. Ante un equipo del nivel del CSKA eso se paga y el último cuarto fue una penitencia. Entonces, el aro valenciano era asediado una y otra vez, hasta encajar una amplia derrota que entra dentro del guión.