Cheste hirvió ayer con las motos. Una carrera de película, con una inesperada dosis de intriga, puso el punto final a una fiesta de tres días -y tres noches- en los que la afición a las motos invadió el Circuit Ricardo Tormo. En la jornada de ayer, más de 110.200 espectadores -cerca de 210.000 en todo el fin de semana- volvieron a plantar la bandera del motociclismo en el centro del mapa del deporte mundial.

La fiesta empezó pronto. Antes del amanecer en los accesos al Circuit ya olía a gasolina. Miles de coches enfilaban la A3 rumbo a las carreras mientras un amplio dispositivo de la Guardia Civil trataba de ordenar la cola, creciente.

Desde Tráfico se informó de una retención de unos tres kilómetros desde la autovía A-7 a la A-3, en dirección a Cheste. Además, en la Estación del Norte de València las grandes colas dejaron a más de uno esperando al siguiente tren. Pese a todo, la entrada al Circuit se agilizó más de lo esperado. Al menos, más de lo habitual en años anteriores.

Con el fresco de la mañana, mientras el sol amagaba con los primeros rayos, el paddock se fue desperezando. La grada se tintó de multicolor y los imponentes 'hospitalities' se llenaron con caras de sueño y cafés humeantes.

En los boxes, trajín de mecánicos y primeros rugidos de los motores. El aperitivo para los miles de aficionados hambrientos de emociones fuertes.

En la sala de prensa, 582 periodistas acreditados procedentes de todos los rincones del planeta, cogían sitio antes de la primera carrera. Entre ellos, más de un pique amistoso, sobre todo entre los españoles y los italianos, ante lo que estaba por venir.

Las azafatas -muchas más que azafatos todavía- se detienen a fotografiarse con los curiosos mientras se preparan para salir al asfalto, donde, tras las «warm lap» de todas las categorías, los pilotos de Moto3 esperan su momento. Faltan pocos minutos para las 11.00 horas y todas las cámaras apuntan a la parrilla de salida. Las gradas todavía no están llenas, sigue entrando gente, pero el Mundial está listo para destapar el tarro de las esencias. Los semáforos en rojo dieron paso a la primera ovación de la mañana, mientras los pilotos españoles se lucían en una prueba que terminó con triplete nacional. Canet cumplió el objetivo, atento siempre a lo que hacía su rival Jorge Martín, pese a que dejó a medias a la afición valenciana, deseosa de verlo en el podio.

La tensión se rebajó algo en la carrera de Moto 2, donde el guión del Mundial estaba escrito desde hace semanas. Aún así, el Circuit se puso en pie para aplaudir a Oliveira y Morbidelli, el ahora campeón del mundo de la categoría.

En la meta, los neumáticos traseros dejaron su marca entre la humareda. Como la ya tradicional traca valenciana con la que todos los campeones de Cheste celebran su triunfo ante la afición entregada. Gasolina y pólvora, la mezcla perfecta para encender el Circuit.

No obstante, el éxtasis esperó a la carrera de Moto GP. Desde la primera arrancada, Cheste siguió con atención las clasificaciones que ofrecían las pantallas del Circuit. Márquez quería tener controlado el título y todo parecía encaminado a un final tranquilo cuando miles de personas se llevaron las manos a la cabeza con el error del piloto catalán, que casi acaba en el suelo. Nervios a flor de piel entre el graderío, expectante ante lo que pudiese suceder en las últimas vueltas. La caída de Dovizioso fue el prólogo de la fiesta de los seguidores de Marc Márquez, que estallaron de alegría con su tercer puesto y su victoria en el Mundial, un triunfo marcado por el destino, como se encargó de mostrar su afortunado lanzamiento del dado preparado por su equipo.

El sol volvió a esconderse y en Cheste la afición todavía esperaba la salida de los campeones para el último autógrafo, la última foto antes de volver a casa y preparar el próximo Gran Premio.

Los famosos en el palco 'vip': estrellas de cine y futbolistas campeones del mundo

Entre los rostros conocidos que se dejaron ver por el paddock destacó el actor Keanu Reeves, los exfutbolistas campeones del mundo Barthez y Blanc, el tres veces campeón del Tour de Francia Greg Lemond y los futbolistas del Valencia CF Pereira y Dani Parejo.