El Valencia Basket volvió a mostrar su peor cara en la Euroliga y ha confirmado que ahora mismo se encuentra en un momento muy bajo a nivel anímico y que le afecta de manera sintomática en los resultados. El conjunto «taronja» encajó su cuarta derrota consecutiva y la tercera de manera muy clara junto a las de Estambul y Moscú. Txus Vidorreta debe recuperar desde ya a una plantilla que venía en inercia ganadora y que con el paso del tiempo ha ido perdiendo fuelle. El inicio de la campaña con la Supercopa y el buen arranque en la Liga Endesa e incluso en la Euroliga, poco a poco se han diluido y ahora mismo el juego del equipo genera en ciertas fases dudas. La ilusión de jugar la mejor Euroliga de la historia tiene que ser una ventaja aunque su coste de momento está siendo excesivamente alto. El Valencia Basket necesita una adaptación con mucho mayor ritmo a una competición que no perdona casi ningún error y que apenas da tregua en semanas en las que se están jugando cuatro partidos. Por si no hubieran suficientes problemas Abalde cayó lesionado en la rueda de calentamiento. El alero gallego sufrió un pinchazo en el tendón rotuliano y recayó en una lesión que ya sufrió en la pretemporada. La noticia más esperanzadora la protagonizó Damjan Rudez. El croata volvió a tener en el tercer cuarto y cumplió de sobra con siete puntos y mucho aplomo. Esta savia nueva puede ser el rayo a la esperanza para recobrar una dinámica ganadora que tras mucho tiempo se le ha ido al conjunto valenciano en los últimos cuatro choques.

Error en el acta inicial

El partido ya no arrancó como se quería después de un error en el acta inicial obligara a Txus Vidorreta a dar entrada Green en detrimento de Doornekamp que era el jugador elegido. Con una defensa muy blanda, el Barcelona comenzó el partido muy firme gracias a un buen acierto desde el triple, con protagonismo para Moerman y Oriola, y un trabajo atrás que dificultaba las opciones ofensivas de los «taronja», que se sostenían gracias al ímpetu de Pleiss (17-11). El conjunto de Sito Alonso, con tres lanzamientos consecutivos anotados desde la línea del 6,75 en el segundo cuarto, consiguió elevar su renta por encima de los diez puntos (35-24). Una antideportiva a Van Rosom desorientó algo más a un Valencia Basket desconocido, siempre un paso por detrás de su rival, tibio en defensa y con las ideas muy nubladas en ataque. El triple de Pressey en la bocina castigó a los de Vidorreta de manera dura en la última acción de la primera mitad (50-32). No mejoraron las cosas tras el descanso con un intercambio de canastas que beneficiaba u un Barcelona que disparaba su ventaja (63-44). La entrada de Rudez alivió algo a los «taronja» para ganar conseguir ganar el tercer cuarto aunque con una desventaja considerable (71-56). En el último cuarto las acciones de Oriola aniquilaron cualquier posibilidad de poder meterse en el choque por parte de los de Vidorreta. Con el partido ya perdido Green firmó los dos únicos triples que consiguió en el choque evidenciando que también el mal momento le ha afectado de lleno y sus compañeros necesitan que vuelva ya. El equipo tiene menos de 48 horas para recuperarse y repetir duelo ante los blaugrana en la liga.