Siempre se ha dicho que la carrera de la San Silvestre es una carrera divertida y una forma de despedir el año con buen pie. Y es cierto. Como también es cierto que desde hace muchos años esta carrera sirve para dirimir la supremacía entre los atletas valencianos que corren entre el 1.500 al 10.000.

En Valencia hay muchas carreras. Dicen que somos la Meca de las carreras. Dicen que correr en Valencia es distinto. Dicen que el cauce del río Turia es impresionante. Y todo ello es verdad. Pero a veces nos olvidamos que ganar la San Silvestre equivale igualmente a ser muy conocido. José Antonio Redolat, campeón de Europa de 1.500 en pista cubierta hace 16 años, decía: «He hecho 3:31 en 1.500 y no han sacado una línea o apenas le han dado importancia, en cambio ganó la San Silvestre y al día siguiente soy portada».

Precisamente Redolat y Marta Fernández marcaron toda una época en esta prueba.

Este año miles personas correrán con dorsal y miles más sin dorsal, ya aconteció el año pasado.

El circuito por donde se desarrolla la carrera es el clásico de otras ediciones con todo el centro de València a disposición de los atletas. La puerta del instituto Joan Lluis Vives será el punto de encuentro.

ATLETAS DESTACADOS

La francesa Liv Westphal, ganadora en pasadas ediciones es una de las grandes favoritas. Liv estuvo de Erasmus en València hace año. Tiene un montón de amigos y verla entrenar y correr es un deleite para la vista. Liv tendrá que correr y mucho pues atletas como Laura Méndez del Playas, Davinia Albinyana y Fátima Ayachi del Cárnicas Serrano, seguro que saldrán a por todas. En hombres Jaouad Tougane, Ouais Zitane, Hassane Ahouchar, Hicham Ettaichmi y algunos más se disputarán el triunfo, en ausencia de Víctor Ruiz, el ganador del año pasado.

Anécdotas

En estos 33 años han acontecido decenas de anécdotas. Una de las más repetidas es el extravío de niños. Todos los años se ha dado. La madre o el padre que acude presuroso a rogar que se llame por megafonía a su hijo. En una de las ediciones fue una madre que acogía a un niño saharaui la que acudió a pedir que se llamara al muchacho que acababa de llegar de los campamentos y que se había perdido. En una ocasión, en los momentos en que la violencia terrorista se abatía sobre España hubo que tomar medidas especiales por temor a un atentado. También diversos colectivos utilizan esta carrera para llamar la atención sobre distintos problemas. En una ocasión fueron los bomberos de Valencia, en otra la Guerra de Irak. De algún modo la San Silvestre une el carnaval con la crítica mordaz de las Fallas, de ahí su éxito.

La participación femenina

En la pasada edición la participación femenina superó por escaso margen a la masculina. Este año se puede repetir este hecho. Desde hace años la presencia de las mujeres ha dejado de ser algo testimonial. En la medida que la distancia a recorrer es más corta crece la participación femenina. En la medida que la carrera tiene un componente solidario y lúdico la presencia de las mujeres aumenta. Esta carrera también atrae a atletas de otros países y de otras provincias que están aquí de vacaciones. La carrera es el punto de encuentro de decenas de clubes que una vez terminada se van a celebrarlo por todo lo grande.

La carrera es también la carrera de los niños, el bautismo iniciático con el que muchos padres y madres desean que sus hijos se aficionen al deporte que hoy es el más practicado por los valencianos.

Los orígenes

La San Silvestre de Valencia es una de las más antiguas de España. Nació en el despacho del concejal de deportes del Ayuntamiento de València Paco Gandía, allá por el mes de octubre de 1984. Dos meses después se celebraba la primera edición con poco más de 1500 corredores. La carrera ha ido creciendo y se ha convertido en la gran fiesta de fin de año. Si quieres disfrutar de un momento muy especial acude a correr o animar. No te arrepentirás.