Una auténtica pesadilla digna del más descarnado Tarantino. Así es el relato que detalla el hombre cuya denuncia ante la Guardia Civil propició ayer la detención, de nuevo, del central portugués del Villareal CF, Rubén Semedo, y que incluye su secuestro, amenazas de muerte con encañonamiento en la cabeza e intento de amputación de un meñique incluidos, una paliza conbates de béisbol y palos de golf y, como colofón, el robo de las llaves de su casa para desvalijarle su vivienda, de donde se llevaron su colección de relojes de lujo. Detrás de este violento episodio, en el que no faltó tirotear a la víctima cuando logró escapar de sus captores en un descuido de su vigilante, hay una supuesta deuda de 5.000 euros de un tercero al que la víctima presentó a Semedo y con quien éste, al parecer, llegó a hacer negocios.

El arresto del futbolista portugués fue practicada a las 8.45 horas de ayer por agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València en su vivienda, un lujoso chalet de Bétera que posteriormente fue minuciosamente inspeccionado por agentes del laboratorio de criminalística de la Comandancia de València.

La víctima, «aterrorizada»

Fuentes jurídicas consultadas ayer por Levante-EMV dijeron que la víctima aún está tratando de superar «el terror vivido» el domingo, 11 de febrero, en la casa de Semedo.

Según su relato, él acudió voluntariamente al chalé del futbolista después de que éste le dejara su Mercedes para que pudiera ir a la fiesta de cumpleaños de su hija. Pero, en realidad, era una encerrona. Cuando llegó, le pidió que dejase el coche en el garaje, en la planta baja del chalé. En ese momento, Semedo, armado con un palo de golf, su primo y un tercero, estos dos últimos, con bates de béisbol. Le propinaron una brutal paliza que incluso le hizo desmayarse. Después, le ataron de pies y manos con cuerdas y siguieron pegándole. Mientras, Semedo, «que llevaba la voz cantante» y era «quien más le pegaba», según las mismas fuentes próximas a la víctima, le mostró las balas asegurándole que llevaban su nombre escrito, tras lo cual las metió en el cargador, montó el arma y se la colocó en la sien mientras le gritaba: «Te voy a matar».

Después, según relató la víctima a la Guardia Civil, le colocó un dedo meñique sobre un plástico y situó sobre él un cuchillo, mientras le decía que si no le revelaba dónde vivía el hombre que le debía los 5.000 euros, se lo amputaría. La víctima fue arrojada después al interior de un pequeño cuarto sin luz y los tres agresores se fueron a su piso, en València, después de quitarle las llaves.

Cuando regresaron, ya entrada la madrugada, continuaron las amenazas de muerte hasta que el hombre dijo que les llevaría a casa de su amigo. La víctima improvisó una dirección y, tras ser soltado, fue escoltado hasta el portal por uno de los agresores. Fue entonces cuando aprovechó un descuido y, a la desesperada, salió corriendo. Afirma que Semedo incluso llegó a disparar contra él en plena calle al ver que se les escapaba, aunque, por fortuna, no le alcanzó. Luego, recogió un segundo juego de llaves y fue a su casa, donde vio que le habían robado una fuerte suma de dinero y su colección de relojes de lujo.

Durante el registro practicado ayer en casa de Semedo, la Guardia Civil localizó no sólo los bates de béisbol, el stick de golf y las cuerdas con que lo ataron, sino también la pistola del calibre 9 milímetros corto, con el número de serie borrado, que Semedo utilizó, presuntamente, no sólo en esta ocasión, sino en otros tres incidentes anteriores ocurridos durante sus fiestas nocturnas en València. Además, los agentes han localizado salpicaduras de sangre en el garaje. De momento, está acusado de intento de homicidio, lesiones, amenazas, tenencia ilícita de armas y robo con violencia. La Guardia Civil aún busca a los otros dos implicados.