La Maroc Challenge es un raid peculiar, un acontecimiento deportivo extraordinario, que une aventura, competición y solidaridad. Es una prueba internacional amateur que nació en 2011, que goza de gran popularidad, porque a cada uno le engancha de una manera. Así la conocieron y de ella se enamoraron Gaspar Ruiz y Vicente Ros, dos amantes del motor que conforman el equipo Tronquet 71 y que entre los dos suman más de 40 años de experiencia en pruebas y expediciones.

Llegaron a la Maroc Challenge buscando aventura, competición, experiencias en terrenos sin asfalto. Alcanzaron metas insospechadas y límites impensables, pero descubrieron que su afición les iba abrir los ojos a la vida. Conocieron un pueblo acogedor lleno de necesidades y a los que prometieron ayudar con todo lo que esté a su alcance. Y éste es su principal cometido en esta tercera edición que van a disputar.

En su primera participación fueron obsequiados con el trofeo al equipo más solidario por su comportamiento en carrera, ayudando a cualquier vehículo en apuros durante las etapas.

En su segunda participación fueron terceros en categoría todo terrenos con más de dieciséis años de serie. Y en la tercera, que comienza el 24 de marzo, juntan los retos deportivos con unas itenciones solidarias extraordinarias.

«Llenar de dibujos el desierto»

Gaspar y Vicente van a recopilar abundante material escolar para repartirlos en los colegios de Erfoud y Merzouga, con los que fomentarán un intercambio de dibujos elaborados por alumnos de los colegios públicos Montgó de Dénia y San Bartolomé de Godella en un proyecto que denominan «Llenemos el desierto de dibujos». Colaborarán con algunos asociaciones como la Asociación de discapacitados de Erfoud, llevándoles sillas de ruedas, andadores, muletas. Y este año han puesto el foco en los ojos de un niño marroquí de 6 años llamado Amín, que tiene parálisis cerebral y necesita material de estimulación motora.

Vicente y Gaspar saben que no va a ser sencillo, pero han pedido ayuda a amigos y conocidos vinculados a la escuela especial y a la comunicación alternativa en busca de soluciones, que pueden llegar en forma andadores dinámicos, bipedestadores, sillas, etc.

Vicente y Gaspar han descubierto a través de Amín y su padre Rachid la importancia real de la Maroc Challenge y cuando regresen a España quieren pensar que unos centros escolares y una familia como la de Amín le seguirá alimentando el deseo de que la competición y la aventura lleva implícita la sonrisa de un niño, que les hará volver al año siguiente con revoluciones de 4x4 y el deseo de fuertes abrazos.