El Valencia Basket vio truncada la evolución mostrada tras el choque de la Euroliga de la pasada semana frente al Bamberg, después de caer de manera clara frente al Gran Canaria. El conjunto «taronja» mostró un juego irregular y hasta apático en ciertas fases del encuentro, en el que además no mostró consistencia defensiva en la pintura ni tuvo las ideas claras en ataque. Un buen ejemplo de esto último fue que el equipo valenciano anotó más canastas desde el triple que de dos puntos, síntoma de la escasez de ideas para anotar en el aro contrario.

El Gran Canaria aprovechó el irregular juego del Valencia Basket para llevar desde prácticamente el salto inicial y hasta el final del choque la manija del encuentro. Radicevic en la dirección y el dominio total en la pintura con Balvin y Pasecniks fueron demasiado para los «taronja», que acusaron en exceso la ausencia del lesionado Pleiss. Vidorreta hizo debutar a Latavious Williams en la Liga Endesa. El pívot norteamericano sigue tratando de coger el ritmo aunque está lejos de la mejor versión que pueda dar. También volvió al equipo, dos meses después, Vives. El base catalán acusó su inactividad. Esto unido a un Abalde menos brillante que en otros choques y Sergi García, que también está en proceso de adaptación, lastraron la creatividad en el cuadro valenciano.

Siempre por detrás

El primer cuarto ya marcó el guión que llevaba escrito el choque con un demoledor parcial de los canarios, que desarbolaron por completo el entramado de Txus Vidorreta (25-13). A remolque y con urgencias, Green reactivó ligeramente al Valencia Basket en el segundo cuarto, aunque estuvo falto de escuderos. Con constante pérdidas de balón y muchos problemas para anotar, el bloque de Luis Casimiro se bastaba y sobraba para anotar principalmente desde la zona «taronja», que se convirtió en un lastre. Las acciones individuales de los valencianos dejaron, pese a todas las sensaciones negativas, el choque abierto al descanso (42-34). El paso por los vestuarios fue letal para los hombres de Vidorreta. El Gran Canaria salió dispuesto a matar el choque y lo consiguió por la vía rápida hasta disparar su ventaja tras un triple de DJ Seeley (69-45). Solo quedaba la raza y el orgullo para evitar una derrota escandalosa e intentar salvar el «average» particular. A base de triples se enmendó a medias lo primero, pero no se pudo arreglar lo segundo. El Valencia Basket claudicó y perdió la segunda plaza en solitario. El reto pasa por acoplar cuanto antes los jugadores sin olvidar las urgencias de ganar.