Puerta grande o enfermería. El equipo español de Copa Davis salta hoy al ruedo de la polivalente plaza de toros de València, adaptada contrarreloj, para medirse a la selección de Alemania en unos atractivos cuartos de final del Grupo Mundial, penúltima parada en el intenso camino hacia la ensaladera más prestigiosa del deporte internacional.

Liderada por Rafael Nadal, quien finalmente reaparecerá en las pistas casi tres meses después de su lesión en el Open de Australia para estrenar su condición de número uno del planeta tenis, la «armada» nacional tratará de amarrar el billete que da acceso a las semifinales del torneo tras seis años de sequía sin asomarse a la selecta lucha por el título. La última vez fue en 2012, cuando España superó a Estados Unidos para alcanzar su última final, en la que perdió ante la República Checa. Un año antes, en 2011, la escuadra española había conseguido levantar su quinta, y hasta ahora última, ensaladera (2000, 2004, 2008 y 2011) ante Argentina.

Con el reto de pelear por la sexta Copa Davis, el nuevo capitán español, Sergi Bruguera, ha seleccionado un equipo que cuenta, además de con el tenista de Manacor como número uno, con la experiencia del valenciano David Ferrer y la fiabilidad de la pareja de dobles formada por Feliciano López y Marc López, el sustituto de última hora que cubrirá la baja del lesionado Pablo Carreño.

El sorteo de emparejamientos celebrado ayer en el Ayuntamiento de València quiso que Ferrer, número 33 del ranking, sea el encargado de abrir el fuego tenístico de la eliminatoria esta mañana (11.30 horas) en un complicado duelo frente a Alexander Zverev, número cuatro mundial con sólo 21 años y principal esperanza para los germanos, capitaneados por Michael Kohlmann y el mítico Boris Becker.

Ferrer, con 36 años recién cumplidos, jugará ante su público, en una plaza que estará entregada a los españoles y que registrará un lleno absoluto. Las 8.000 entradas disponibles para los dos partidos de hoy están vendidas. De hecho, todos los jugadores han subrayado en los últimos días la vital importancia que puede cobrar el factor ambiental durante la serie, que se aventura igualada.

La jornada la completará el partido entre Nadal y Kohlschreiber, número 34 del mundo a sus 34 años. El balear, que vuelve a jugar como local un partido de la Davis cinco años después, es el claro favorito en este cruce, pero todas las miradas estarán atentas a su estado físico tras los tres meses de ausencia, sobre todo por la exigencia del envite, a cinco sets y sobre la tierra batida.

Para mañana (14.00 horas) queda el duelo de dobles, con Feliciano y Marc ante la pareja de Puetz y Struff, mientras que el domingo se reserva el plato fuerte de los cuartos de final. Nadal y Zverev se verán las caras en el cuarto partido de la eliminatoria, que se jugaría a tres sets en el caso de que haya ya un vencedor por 3-0 mañana sábado. El quinto encuentro, que sólo se celebrará si todavía no hay un equipo clasificado, lo disputarán Ferrer y Kohlschreiber en el coso taurino.

España, además de con el apoyo del público, lidiará con el optimismo de las estadísticas. Y es que suma veintiséis eliminatorias consecutivas superadas como local. No pierde desde la primera ronda de la Davis de 1999, en la que quedó apeada por la Brasil de Kuerten en Lleida.