El atleta hispano-cubano Orlando Ortega ha puesto sus ojos en el Europeo de Berlín con la presión añadida de batir su mejor marca (12.94) así como el mejor registro mundial en manos del americano Merritt (12.80). Lleva dos semanas entrenando en la remodelada pista de Ontinyent, que le ha causado gran impresión.
«Después de los Juegos siempre he tenido muchas ganas de correr en Ontinyent y así se lo dije a Vicente Revert y Andreu, del CAVA. Esta es mi casa y tenía la ilusión de correr aquí para que el todo el pueblo pudiera disfrutar de una carrera de 110 metros vallas, pero ha pasado esto», explica el medalla de plata en Río 2016.
Ortega sigue manteniendo relación con el CAVA y Ontinyent. «Sigo teniendo relación directa con el CAVA aunque no pertenezca a él. Este club y este pueblo son mi casa y mi tierra. Aunque ahora corremos con el C.A.Adidas, eso no cambia nada. Una parte es el corazón y otra lo deportivo. Ontinyent está en lo primero y el Adidas en lo segundo, tanto en el ámbito Nacional como Internacional. Por lo que a la ciudad respecta, sigo empadronado y continúo viviendo aquí aunque pase más tiempo en Madrid».
Preguntado por la remodelada pista de atletismo de Ontinyent, revela que «llevo dos semanas entrenando y la verdad es que estoy impresionado, me ha encantado, es muy buena para entrenar. Se le une el clima y la tranquilidad. Esto es lo que me hacía falta, voy a venir por aquí más seguido».
«Puntos buenos es que no es ni dura ni blanda. Se trata de una pista media, perfecta para entrenar; para competir todavía no lo he probado. Hay detalles que se pueden mejorar como la parte interior y exterior del césped. También un gimnasio», añade.
Sobre su estado de forma, comenta: «Me encuentro fenomenal. Gracias a Dios podemos entrenar y correr al 100 % y eso es lo más importante. Los objetivos de 2017 los cumplí con el segundo puesto en la Diamond League y sexto en el mundial. Estoy muy contento con lo realizado. Hubo cosas buenas y cosas malas como las lesiones, pero todo atleta profesional corre el riesgo al llevar nuestro cuerpo al límite y es normal que suframos este tipo de percances, pero obvié esto y miro ya hacia adelante», dice.
