Tras una temporada llena de éxitos, con la nueva Yamaha R3 que ha presentado hoy, el equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) espera revalidar el título obtenido en el Campeonato de España de Velocidad (CEV) y pelear por los primeros puestos en MotoStudent. El ARCO-MotoR University Team, está compuesto por 56 estudiantes y 2 profesores, que han diseñado, desarrollado y construido una motocicleta de competición a partir de un modelo base de una Yamaha.

Ante seguidores, colaboradores y patrocinadores, el ARCO-MotoR University Team ha presentado las novedades para esta temporada. La principal, y el secreto mejor guardado hasta ahora, es la Yamaha R3, cedida por Saica València. Se trata de "una moto de 300 centímetros cúbicos, que alcanza los 200 kilómetros/hora al final de recta y en su preparación hemos participado todos los ingenieros del equipo para convertir una Yamaha base en una motocicleta competitiva", ha explicado el team leader, Antonio Molina.

El jefe de mecánicos del equipo, Antonio Pascual, ha explicado que, "con la nueva Yamaha hemos pegado un salto de calidad porque la anterior era una motocicleta más pesada. Era de 500 centímetros cúbicos, pero estaba limitada por revoluciones".

Tras proclamarse campeones de España en la categoría SuperSport 300 del Campeonato de España de Velocidad la temporada pasada y después de su histórico debut en el WorldSBK, MotoR-UPV regresa con más fuerza. Y es que, los éxitos obtenidos han supuesto "un impulso para el equipo y nos han permitido evolucionar", ha subrayado Marc Vidal, corresponsable de la parte técnica.

Álvaro Díaz, Cebrián, Marcos Lahoz y Antonio Molina serán los encargados de pilotar la Yamaha R3 en las distintas pruebas que competirá el equipo de motociclismo de la UPV. "Además, hemos contado con la participación de Adrián Carrasco, que ha corrido en nuestro debut en el mundial de SSB y con Héctor Garzó, piloto del FIM CEV Repsol".

Más patrocinadores para seguir creciendo

El ARCO-MotoR University Team cuenta con el apoyo económico de un nutrido grupo de patrocinadores (ARCO, Arte Regal, Musepan, Nutai, SAICA€) y, por supuesto, con el respaldo de la UPV, a través del Vicerrectorado de Alumnado, Cultura y Deporte y el programa Generación Espontánea de la UPV. Este programa tiene como finalidad fomentar las actividades extracurriculares llevadas a cabo por grupos o asociaciones de esta institución que contribuyen al desarrollo formativo y profesional de su alumnado. Creado en 2014, el equipo de motociclismo es uno de los más de 46 equipos de esta iniciativa de la Politècnica.

Para el vicerrector de Alumnado, Cultura y Deporte de la UPV, José Luis Cueto, "es un lujo contar con este equipo, un proyecto singular dentro del programa Generación Espontánea, que nos ayuda a modificar lo que entendemos como modelo docente, las prácticas y el aprendizaje por uno mismo".

"Nuestro objetivo, ganar"

Durante su presentación, el equipo ha recordado los éxitos obtenidos: la consecución del título de Campeones de España en la categoría SuperSport 300 y la tercera posición en la categoría de innovación tecnológica en 2016 en MotoStudentM; gracias a su carenado biodegradable fabricado a partir de fibras vegetales de yute con biorresinas.

"Nuestro objetivo, siempre es ganar", ha subrayado Marc Vidal, corresponsable de la parte técnica de MotoR-UPV. Con esa ilusión el equipo afronta el calendario de la nueva temporada. La competición MotoStudent tendrá lugar el próximo mes de octubre, pero para ARCO-MotoR UPV ya se ha dado el pistoletazo de salida porque los días 25 y 26 de mayo equipo participará en la prueba del campeonato nacional en el Circuito de Barcelona.

La UPV participa en MotoStudent desde el curso 2010-11. Esta prueba, impulsada por la fundación Moto Engineering Foundation, nació en 2008 como un desafío dirigido a estudiantes universitarios de todo el mundo para demostrar sus habilidades en diseño, desarrollo y construcción de una motocicleta de competición. En 2016, MotoR-UPV se clasificó en tercera posición en la categoría de innovación tecnológica gracias a su carenado biodegradable fabricado a partir de fibras vegetales de yute con biorresinas.