El fútbol español elige este jueves el nombre de su nuevo presidente, cargo al que opta, por primera vez desde hace catorce años, más de un candidato y por el que pugnan Luis Manuel Rubiales y Juan Luis Larrea, que ha ejercido el cargo temporalmente desde julio del año pasado.

Las elecciones, convocadas para completar un mandato que acabará en 2020, harán a los asambleístas decantarse por uno u otro y tratar de cerrar uno de los periodos más convulsos y delicados de la RFEF por la detención el último verano de quien llevaba 29 años en su presidencia, Ángel María Villar.

Gane quien gane, la votación pondrá también fin al proceso electoral más enrevesado de la institución, inundado de reclamaciones, recursos y hasta llamadas de atención de la FIFA que exigió una solución antes del 31 de mayo.

Para la federación internacional es difícil entender que España haya estado con una presidencia interina desde julio y que, por decisiones propias o de tribunales, haya retrasado del 16 de enero hasta mañana la fecha para elegir al sustituto de Villar.

Entre ambos días se coló el 9 de abril, pero la coincidencia de éste con el partido de Liga Villarreal-Athletic llevó al Tribunal de Arbitraje Deportivo a obligar a la RFEF a poner otra fecha que es la de mañana.

Mientras tanto Rubiales y Larrea han trabajado para ser el elegido. Los dos están convencidos de ello y los dos hacen unos cálculos que les dan un resultado favorable. El reglamento electoral exige que para ser presidente hay que tener mayoría absoluta en la primera votación o mayoría simple en la segunda. La Asamblea la forman 139 miembros.

Larrea (San Sebastián, 1953) fue tesorero de la Federación desde 1988 y también delegado de la selección española, antes de convertirse en presidente accidental el 25 de julio pasado en plena irrupción de la operación Soule y el ingreso en prisión de Ángel Villar.

Su condición de miembro más antiguo de la junta directiva le hizo asumir la presidencia por acuerdo de este órgano del que también formaba parte Luis Manuel Rubiales (Las Palmas, 1977) como presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), cargó que ocupó desde marzo de 2010.

Hombre de banca y de fútbol el primero y futbolista y sindicalista el segundo, los dos se ofrecen como impulsores de un cambio hacia una federación transparente.