Vicent Chilet vuelve a las librerías. El periodista deportivo de Levante-EMV firma «Maradona en Humahuaca y otros goles con historia», una crónica que traspasa géneros y recrea el contexto social y político en el que se marcaron 25 goles históricos. La obra se integra dentro del primer lanzamiento de la nueva editorial La Caja Books, que propone la lectura de tres libros de una misma temática incluidos en una caja. Chilet se ve acompañado por «La muerte y el hincha», del aclamado autor vasco Galder Reguera, que reflexiona sobre la figura del aficionado y el sentido último de la adhesión irracional a unos colores; y completa la colección el ensayo «La religión esférica», del sociólogo Enrique Carretero, que reinterpreta el fútbol como nueva religión pagana de la sociedad.

Chilet, que ya debutara en narrativa con «Slow West, crònica d´una ruta americana», traza el retrato literario de veinticinco goles, trascendentes y anónimos, envueltos por una historia que los hace eternos. Los tantos seleccionados suponen, según el autor, «un viaje alternativo por el siglo XX» en un trayecto que pasa por las dos guerras mundiales, desérticas latitudes andinas, las prisiones del Apartheid, el barro inglés, los campos de tierra de provincias, la Alemania de la Stasi, la Corea del Norte que derrotó a Italia en el Mundial del 66, o al sanguinario Chile de Pinochet. También hay goles incluso fantasmagóricos, como el que da nombre al libro, los que marcó Diego Armando Maradona en Humahuaca, aquel «alejado rinconcito de la patria» que visitó la todopoderosa selección argentina de Bilardo para preparar el Mundial del 86. Los aficionados del Valencia CF y el Levante UD también verán reflejados algunos goles que les erizaron la piel.

A los lectores de Vicent Chilet no les extrañará que en esta pieza literaria asalten conceptos a priori alejados del fútbol: de la Gestapo nazi al dictador Videla, del futurismo a Pink Floyd, de Bolaño a Babe Ruth, de la homofobia a Schopenhauer, de la mafia a la Gran Depresión, de Iwo Jima a Ken Loach. O pasajes reflexivos como esta descripción de lo que para el autor es, en esencia, el gol: «La sociedad de consumo nos empuja hacia un ideal de felicidad basado en la acumulación material. En la religión se busca la certeza abstracta de un consuelo. Pero solo ese atávico rugido colectivo sin previo aviso dispara los niveles de serotonina de toda una comunidad. En su fórmula primitiva está la razón por la que el fútbol resistirá modas, épocas, guerras y horarios desnortados para favorecer a la audiencia televisiva asiática».

En opinión de Chilet, «el fútbol se parece a la vida porque, en la mayoría de pasajes, transcurre entre aburrimiento, entre inertes empates. Es el tiempo que pasa mientras se trazan planes, mientras se esperan títulos. La trascendencia de la que tanto abusan los titulares, los momentos reales de felicidad o tristeza, son más bien pocos».

Como escribe el periodista Toni Padilla en su prólogo a «Maradona en Humahuaca», «todo aquel que quiera contar una historia debe manchar sus botas de polvo, cruzar fronteras, saber escuchar y saber preguntar, como Vicent Chilet, trotamundos incansable con ojos de niño».