A qué futbolista no le gusta vivir semanas como esta? Semanas en las que te lo juegas al todo o nada, en las que tras un largo año la línea entre el llanto y la felicidad es tan fina que prácticamente se decide en los siguientes 90 minutos del domingo, ese encuentro que has estado esperando durante meses y el cual ves muy lejano al empezar la pretemporada. Ese cosquilleo en el estómago, esas ganas de ponerte las botas y saltar al terreno de juego y esa emoción son difíciles de explicar. Pero al que le guste el deporte esa adrenalina es adictiva. Si me paro a pensar sobre la temporada parte de lo que me viene a la cabeza es que ni me he enterado de ella. Es cierto aquello que dicen de que el tiempo vuela, y que cuando estás a gusto las horas parecen segundos. Disfrutar de cada pequeño detalle ha sido mi misión este año y hasta el momento puedo afirmar que lo he hecho. Incluso lo que menos me gusta, las pruebas físicas. Bueno mentira, eso no lo he disfrutado. Pero si todo lo demás. Desde una simple carrera continua al empezar a entrenar hasta las charlas tras la ducha con alguna compañera al terminar, ya con el vestuario casi vacío, que nos hacían llegar a casa más tarde de lo habitual, pero sabiendo que haberse quedado ese tiempo extra conversando me aportaba siempre cosas positivas.

El punto y final a esta temporada llegó ayer con el ascenso a la Liga Iberdrola. Nos quedaba el último esfuerzo, cuando la cabeza pide seguir compitiendo y el cuerpo necesita vacaciones. Jugar unos play off de ascenso es algo precioso, y más si lo haces con el Málaga. Qué suerte la mía el poder sentir el cariño de la gente como si llevase toda la vida aquí. Gracias mister por nombrarme capitana y darme la oportunidad de liderar a este equipo, en el que habiendo metido 43 goles, ¿qué sería de mí sin mis compañeras? Ellas hacen posible todo esto, que sueñe despierta, que mi motivación no sea otra que la de dar lo mejor de mí cada día por este escudo, que quiera más, que sea ambiciosa y optimista, que siga ilusionada como una niña con zapatos nuevos. No quiero que esto termine porque al hacerlo, imagino que habrá cambios, y no imagino tener que cambiar a alguna de ellas, me niego. Ni tampoco a ninguno del cuerpo técnico. ¡Qué buen grupo hemos creado! No es difícil construir un buen equipo, pero formar un gran vestuario como este, si lo es.

Esta semana nos ha tocado viajar a Las Palmas, y como poco amiga que soy de los aviones, no me entusiasmaba la idea de tener que coger uno de ellos. El viaje no fue del todo malo, mientras unas se entretenían cantando otras lo hacíamos con alguna serie o película. Las horas en el hotel las dedicamos a tratarnos con la fisioterapeuta, un poco de gimnasio y relax en las habitaciones, deseando que el tiempo pasase hasta llegar 'nuestro momento'.

Las horas en el hotel a menudo se hacen largas, pero no fue el caso con la final de la Champions League por medio. Nuestra partido no tenía tantos espectadores, ni tanta repercusión, ni teníamos el campo lleno de medios de comunicación pero para nosotras, era igual o más importante, no sólo para nosotras. Una presidenta y una ciudad entera estaban volcadas con el Málaga CF Femenino.