Mañana la Fonteta vivirá el partido más importante de la temporada. No solo estará en juego el seguir vivo en la Liga Endesa, sino el gran objetivo de la campaña, que no es otro que volver a disputar la Euroliga. El Valencia Basket borró de golpe las buenas sensaciones transmitidas en el primer partido de la serie y apenas aguantó un cuarto a un Gran Canaria que, con un juego más solido y un dominio abrumador desde la pintura, se llevó una victoria que en lo anímico puede cambiar la mentalidad de ambos equipos. Al contrario que en la mayoría de duelos de esta campaña, el conjunto de Vidorreta adoleció del trabajo y la aportación del colectivo y en los momentos complicados se rompió en mil pedazos, buscando minimizar daños con acciones individuales que no sirvieron para nada. El técnico taronja tiene ante sí su mayor reto en un año marcado por la ingente cantidad de problemas físicos. El aspecto mental será clave para sobreponerse a la presión que supondrá un encuentro capital y, sobre todo, a lo abultado de un marcador casi de escándalo.

El Valencia Basket salió a la pista concentrado y con paciencia, principalmente en las acciones ofensivas que le dieron las primeras rentas en el electrónico (15-16). El Gran Canaria, con un Rabasesa desatado y una superioridad muy clara en la pintura consiguió irse por delante al final del primer cuarto (22-21). Una canasta de Hlinason al inicio del segundo período abrió expectativas positivas para los valencianos, pero se topó de bruces con la realidad, ya que los insulares infringieron un parcial de 9-0 para conseguir su máxima renta hasta el momento (31-23). El juego taronja se colapsó con imprecisiones y dudas en las que solo las acciones individuales daban vida a los de Vidorreta. En plena línea descendente de juego se llegó al descanso con muy malas sensaciones tras una canasta en la bocina de Oriol Paulí (46-33).

Segunda parte «taronja»

No salieron brotes verdes tras la reanudación. Con una defensa prácticamente inexistente, el Gran Canaria no perdió su flujo de puntos, mientras que el Valencia Basket intentaba responder a base de triples estériles que no mitigaban la desventaja (60-45). El equipo de Casimiro, mucho más metido en el choque y sin grandes estridencias, sentenció el a los valencianos mediado el último cuarto (83-64). Los últimos minutos fueron un duro castigo para los taronja. 1-1 y reseteo. Mañana, gran desenlace.

Vidorreta: «Son justos vencedores»

El técnico del Valencia Basket se mostró muy serio y reflexivo tras la derrota y reconoció abiertamente la superioridad del Gran Canaria. «Ellos han firmado un encuentro muy completo, con mención especial para Xavi Rabaseda y Oriol Paulí, que han hecho un partidazo. Hay que ser justos y reconocer que han merecido la victoria. En el último cuarto ya hemos pensado en el partido de mañana en la Fonteta», aseguró el entrenador bilbaíno, que ya sabe cómo ganar a los canarios. Lo hizo el lunes. j. romero valència