El ciclista alemán John Degenkolb (Trek-Segafredo) ganó ayer al esprint la novena etapa del Tour de Francia, disputada sobre 156,5 kilómetros entre las localidades de Arras Citadelle y de Roubaix, mientras que el belga Greg Van Avermaet (BMC Racing) se mantuvo como portador del maillot amarillo de líder en la clasificación general.

Degenkolb logró su primer triunfo de etapa en el Tour, evitando el peligro de esos tramos sobre el pavés, que se agrandó desde el inicio; así, una caída en el kilómetro 7 provocó que hombres importantes, como el español José Joaquín Rojas (Movistar) y sobre todo el australiano Richie Porte (BMC Racing), abandonaron por sus lesiones.

El accidentado terreno puso a prueba cada estrategia y fue un quebradero de cabeza en particular para el francés Romain Bardet (AG2R), la gran esperanza por la victoria del público local. Bardet sufrió un pinchazo cuando aún faltaban 103 km hasta el final y tuvo que cambiar su bici en dos ocasiones, además de irse al suelo más adelante en una retahíla de caídas por descontado muy previsible. El líder del AG2R fue a remolque durante todo el día, cambió de bici por tercera vez debido a otro pinchazo y perdió 34 segundos en la llegada a Roubaix. Casi nadie se libró de probar el asfalto o el adoquín; de inmediato fue el turno de Landa, la pieza más reciente del triunvirato de un equipo Movistar que este domingo mostró poderío liderado por Valverde. El conjunto 'telefónico' llevó una buena cadencia y tan solo se vio sobresaltado por ese percance de Landa, que obligó a sus compañeros a diversificar sus objetivos del día.

A 16,1 km de la meta se agitó la carrera, con arreones de los hombres potentes que finalmente brindaron la victoria a Degenkolb. El germano se adjudicó con relativa sencillez el sprint definitivo.