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Motociclismo

"En agua voy igual, los demás se asustan"

El mejor en mojado. Ricardo Tormo destacó desde su primera carrera como un piloto superdotado sobre el asfalto mojado. En 1979, bajo un diluvio, ganó la carrera en Suecia y sacó una ventaja de 39 segundos sobre Ángel Nieto.

"En agua voy igual, los demás se asustan"

Si en algo coinciden todos los aficionados, no solo de España, sino de todo el mundo, es que Ricardo Tormo es el mejor piloto de la historia con el asfalto mojado. Con lluvia era imbatible y esto lo dicen los rivales que tuvieron la oportunidad de medirse con él bajo la lluvia. Con la pista húmeda, Ricardo solo le temía a un piloto, al malogrado venezolano Ivan Palazzese, de quien decía que era aún más rápido que él.

La fama de la facilidad que tenía Tormo para rodar en mojado le llegó pronto, en la primera carrera importante que disputó. Fue en Castelló de la Plana y era una prueba puntuable para el campeonato de España. Allí se celebraba una prueba para pilotos juniors con motos de 250 cc denominada «Promoción Motociclista». Poco podía imaginar que 1972 iba a ser un año decisivo en su vida, ya que dominó la temporada de principio a fin. Aquel día en Castelló cayó el diluvio universal, pero Ricardo no se arredró. Se había desplazado desde Canals con la moto y con su novia de entonces, Reme, de Torrella. Una vez allí le quitó el faro y la matrícula, le puso la placa con el dorsal 45 y se dispuso a correr. Y vaya si corrió. Hizo una demostración de pilotaje en mojado. Ganó la carrera y le acompañaron en el podio Dennis Noyes y Vicente Carrillo. Aquella carrera tuvo una amplia repercusión nacional y el nombre de Tormo empezaba a ser famoso.

Pronto se convirtió en uno de los pilotos grandes de este país, hasta el extremo de poner en jaque en más de una ocasión al potente equipo Derbi, formado por Nieto, Grau y Parés, llegando a ganarles en varias ocasiones. En 1977, fichó por Bultaco como escudero de Nieto y ese año ganó su primer Gran Premio puntuable para el Mundial. Fue en el circuito sueco de Anderstorp, donde, cómo no también, diluviaba. Nieto era ya prácticamente campeón, por lo que en teoría no debía de arriesgar, pero estaba en juego el Mundial de marcas y Bultaco estaba empeñado en conseguirlo y para ello confiaban en que Ricardo derrotase a Lazzarini.

A las 10 de la mañana del 24 de julio de 1977 llovía copiosamente en Anderstorp. Lazzarini tenía la pole. Para Tormo y para el equipo el compromiso era muy grande. Pese a la tensión del momento, hacía cábalas sobre cuál iba a ser su estrategia en carrera y llegó a la conclusión de que tenía que arrancar lo mejor posible y poner tierra de por medio. Hizo una buena salida y abrió gas olvidándose de sus rivales y concentrándose en su pilotaje. En ningún momento giró la cabeza para ver la ventaja que tenía. Hasta el primer paso por meta en ningún momento tuvo referencia de la ventaja adquirida. Y alucinó, ya que sus mecánicos le marcaron que aventajaba a Lazzarini en ocho segundos (un mundo). Al final de carrera aventajó a Nieto en 39 segundos, que fue segundo.

Ganó su primer Gran Premio en Suecia bajo un auténtico diluvio, pero es cierto que siempre se encontró cómodo rodando con el asfalto mojado. «Oir el himno de tu país y ver ondear tu bandera en el mástil más alto, es una de las cosas más maravillosas que le pueden pasar a un ser humano», decía siempre el mejor piloto de la historia con el asfalto mojado.

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