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Análisis

La Juventus se parece al Bayern de 1996

El Valencia tiene el reto de recordar su vocación europea y volver a transformar una pequeña crisis en una prestigiosa victoria liberadora

Qué mejor solución para enterrar una crisis de tres empates y una derrota que ganándole a toda una Juventus en su primera visita a Mestalla. El miércoles el Valencia debe aparcar todos los nervios y ansiedad acumulados en el inicio de temporada para exhibir en la Liga de Campeones su inconfundible vocación continental. El regreso a Europa muda el carácter blanquinegro y ejercicios irritantes como el 0-0 de ayer ante el Betis, con el Valencia sin encontrarle salida a su propio laberinto, se transforman en expectativas, en un entusiasmo saludable.

En la historia reciente del club abundan ejemplos en los que el Valencia dio giros argumentales insospechados ante aparentes decadencias, aprovechando como excusa las competiciones europeas. El curso 96-97 arrqancó con dos derrotas ante Racing (3-2) y Real Sociedad (0-1). En la mueca triste de Luis Aragonés se adivinaba el final inevitable del ciclo que había llevado al subcampeonato del año anterior. Antes de recibir al Bayern de Matthaus, Klinsmann y Khan, el Sabio de Hortaleza se peleó con Romario. El escenario era más pesimista que el que se dibuja con la Juve de Cristiano. El gigante bávaro cayó con goles del Piojo, Engonga y Moya. También era septiembre y también llovía. ¿Quieren más pistas?

En la 99-00 el Valencia se estrenó con cuatro derrotas seguidas: Racing, Espanyol, Alavés y Betis desnudaron el lado más previsible del equipo que entrenaba Cúper, un técnico con muchos códigos compartidos con Marcelino en el actual Valencia. En cambio, el Valencia cohabitaba esa crisis con una Liga de Campeones espléndida. El club y su entorno interpretó aquella primera Champions como un torneo para saborearlo al máximo, con la misma alegría que hoy se debería encarar su regreso, tras superar el ayuno europeo de los últimos años. Es por todo eso que la Juventus, tan poderosa y con tanto abolengo, aparece en el momento perfecto. Es un calco al Bayern de 1996.

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