El extrenador de Rafa Nadal, Toni Nadal, señaló en una conferencia en la Universidad Europea de Valencia que hay que "ser conscientes de nuestra realidad y tener sentido de autocrítica para mejorar sin perder la esencia de lo que somos" y abogó por la motivación y el esfuerzo como factores fundamentales para crecer.

Durante la charla titulada "Todo se puede entrenar" compartió con los asistentes sus humildes inicios. "Mi manera de hacer es la suma de dos historias simples; un chico que sabía a lo que quería dedicarse y un entrenador casual que no fue un buen jugador". A partir de ello se marcó un reto con Rafa, llegar a lo más alto, porque "la vida no se concibe sin objetivos, así es mucho más interesante y más plena. Debemos plantearnos objetivos a corto plazo que sean asequibles para llegar a alcanzar a largo plazo los más altos" trasladaba Toni.

Para el entrenador "es básico inculcar la necesidad de mejorar para ser capaz. Mi mayor preocupación era que Rafa estuviera dispuesto a mejorar y a aplicar los cambios necesarios, aunque no es fácil cuando eres tan bueno y te ha ido bien, tiendes a acomodarte. Es difícil salir de ese conservadurismo, pero hay que buscar el punto de insatisfacción para inculcar el arte de la mejora, porque tú decides, todo depende de ti".

Nadal destacó que hay numerosos profesionales muy bien formados en grandes instituciones educativas como la Universidad Europea, especialistas como fisioterapeutas, preparadores físicos, nutricionistas etc. pero al final depende de nosotros dar el máximo. El que se acostumbra a dar el máximo, consigue lo más importante en la vida, la satisfacción personal".

Además, el técnico compartía experiencias personales como "aquel momento en el que decidí pedir una lista con los 25 campeones de España del momento. Le nombré a Rafa uno a uno para ver a quiénes conocíamos y tan solo el 25% habían conseguido ser realmente buenos. Esto me sirvió para explicar que sólo tú decides y de ti depende dónde vas a llegar, hay que tener confianza en que vas a conseguirlo. No es lo mismo tener confianza que ser confiado". También recordó "aquella vez en el US Open en el que las pelotas eran las culpables porque no cogían el efecto deseado y le animé a perder para volvernos a Mallorca donde seguro que las pelotas no daban problemas. Semanas más tarde en Pekín, Rafa le ganó al tercero del mundo con las mismas pelotas. Por ello, concluía exponiendo: "Vivimos en un mundo en el que la culpa siempre es de los demás. Conocer nuestra realidad no es un impedimento, debemos desarrollar el sentido de la responsabilidad".

El experto reconoció ser duro y exigente. "Lo soy por una razón, la gran estima que tengo a mi sobrino. No lo hubiera hecho con alguien que no es capaz de soportarlo, la exigencia es un medio no un fin. Mi consejo siempre fue pegarse a la pelota, tener un firme compromiso con lo que haces y, sobre todo, vivir cada entrenamiento como una final. De este modo, al final te acostumbras a la exigencia y el trabajo no es tan duro".