Ontinyent y Peralada firmaron unas tablas que saben mejor a los locales que a los visitantes por los méritos de unos y de otros. La primera parte estuvo marcada por la igualdad con un Peralada que acumuló muchos hombres en defensa lo que dificultó la creación de peligro en el área catalana. La única ocasión clara de este primer acto llegó sobre el pitido final del colegiado murciano. Un balón dividido que aterrizó en el área ontinyentina fue cazada por Yhoan Andzouana pero su disparo encontró el cuerpo de un Craviotto que dudó en la salida y favoreció el remate del futbolista congolés.

Tras el paso por vestuarios, el partido ganó en vistosidad con dos equipos tratando de agrietar la puerta contraria. El Peralada pudo conseguirlo con un mano a mano de Miguélez con Craviotto que desbarató el guardameta local. Poco después Paik, primero y Montes después tuvieron la diana en sus botas pero se encontraron con una nueva intervención del portero del Ontinyent. Con el paso de los minutos, los locales se entonaron y, con más empuje que fútbol, merodeó las inmediaciones de José Suárez. Zarzo en dos ocasiones y Pablo Carbonell en otra hicieron trabajar al portero visitante.