El alero LeBron James vivió su primera noche de superestrella en el Staples Center ante los seguidores de los Lakers de Los Ángeles y todo fue perfecto menos el resultado final ya que su nuevo equipo cosechó una derrota por 111-113 frente a los Nuggets de Denver.

El mismo equipo que también le estropeó el pasado sábado, en San Diego, su debut en el primer partido de pretemporada, aunque el resultado no empañó el entusiasmo que generó su presencia entre los 18.997 espectadores que acudieron a verlo.

James, con el número 23 a la espalda, comenzó a imponer su condición de líder, aunque tanto el entrenador de los Lakers, Luke Walton, como el propio jugador habían adelantado que tendría los minutos "contados".

James estuvo 15 minutos en el campo; no defraudó a nadie, y dio todo un recital de buen baloncesto individual y de equipo para concluir el partido con 13 puntos, tres rebotes, tres asistencias y dos recuperaciones de balón. Perdió cuatro y puso un tapón.

James anotó 5 de 6 tiros de campo, incluido el único intento de triple que hizo, y acertó 2 de 3 desde la línea de personal.

Sin embargo, los Nuggets, con sus hombres altos, el reserva Mason Plumlee, que aportó 23 puntos, y el serbio Nikola Jokic, que llegó a los 20 tantos, acabaron siendo mejores como equipo.

El ala-pívot español Juancho Hernangómez, que salió de reserva, junto con el base Monte Morris, se convirtieron en los dos jugadores de los Nuggets que más tiempo estuvieron en el campo al disputar 26 minutos cada uno.

Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en el primer partido, cuando el Hernangómez estuvo inspirado en el juego ofensivo, esta vez se fue en blanco al fallar los dos tiros de campo que hizo, que fueron dos intentos desde fuera del perímetro y tampoco fue a la línea de personal.

El jugador madrileño capturó dos rebotes defensivos, dio una asistencia, recuperó un balón, perdió otro, puso un tapón y cometió cuatro faltas personales.