Javi Calleja continuará al frente del Villarreal CF, por lo menos, hasta el próximo sábado 20 contra el Atlético de Madrid. La directiva de la entidad villarrealense considera al entrenador madrileño un hombre de la casa y confía en su trabajo, anteponiendo los múltiples problemas que ha tenido que ir sorteando el equipo a su actual y delicada situación. Pese a estar a un punto de la zona de descenso y de haberse complicado su existencia en la Liga Europa tras empatar contra el Rangers FC y el Spartak de Moscú, Calleja mantiene la confianza de los dirigentes para hacer reaccionar al equipo groguet.

Y es que hasta la fecha, el submarino no ha demostrado tener una idea clara de juego y al entrenador madrileño le ha tocado ir modificando su planteamiento en muchos casos a la desesperada. Pese a haber tenido la pretemporada para pulir determinados detalles, el equipo no ha encontrado el equilibrio necesario para ir sumando victorias y, tras ocho jornadas disputadas en LaLiga Santander, el arranque actual de competición liguera es el quinto peor en su veinte temporadas en Primera División. La derrota del pasado domingo contra el Espanyol y la forma en la que se perdió hizo encender todas las alarmas.

Lesiones en el centro del campo

Uno de los lastres del Villarreal esta temporada ha sido las numerosas lesiones que se han producido en el centro del campo y que han mermado el rendimiento de la plantilla. Con las lesiones de larga duración de Bruno Soriano, Javi Fuego y Santi Cáseres, a Calleja le ha tocado ir reubicando a jugadores en dicha posición. El úlimo en hacerlo ha sido Funes Mori y su rendimiento ha sido bueno, pero no lo suficiente para hacer reaccionar al equipo. A ello se suma el hecho de que Manu Trigueros estaba lesionado durante la pretemporada y apenas tuvo tiempo de ponerse a punto, por lo que hay momentos en los que se nota que no está al cien por ciento de sus posibilidades.

Sin una idea de juego clara

Calleja comenzó apostando, como ya sucedió en la pasada temporada, por jugar en rombo y tener el control de la pelota, pero al equipo se le veía débil y sin ideas. La irregularidad sobre el terreno de juego se transformó en malos resultados, sobre todo en el Estadio de la Cerámica, y el Villarreal encadenó tres derrotas (Real Sociedad, Girona y Valladolid) y un empate (Rangers) como local.

Al ver que no había reacción, el entrenador madrileño recuperó el doble pivote y el equipo ha mejorado algo.

Problemas en ataque

Pese a crear peligro, los delanteros amarillos no están nada acertados. El Villarreal cuenta con tres atacantes de renombre -Gerard Moreno, Carlos Bacca y Karl Toko Ekambi-, pero a ninguno de los tres les están saliendo bien las cosas en este arranque liguero. De hecho, en la competición doméstica se ha visto penalizado al haber marcado solo seis goles en ocho partidos. Esa cifra, muy lejos de las expetativas, se compensa con los números en defensa ya que el cuadro de la Plana Baixa ha logrado recuperar parte de su solidez defensiva y ha encajado solo siete en contra.

Balance pobre

El Villarreal suma 10 partidos oficiales en lo que va de temporada, con dos victorias, cuatro empates y cuatro derrotas, lo que supone uno de los peores arranques de temporada y parecido a los de las campañas que cerró con el descenso de categoría. Los dos empates en Europa, además, dejan al cuadro amarillo en la cuerda floja ya que debe ganar ya tres de los cuatro partidos que le quedan por jugar en la fase de grupos del torneo continental.