Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lopetegui apagaría el marcador

Seguro que Julen Lopetegui no vería con malos ojos instaurar en el Real Madrid la iniciativa de algunos clubes gallegos de eliminar los resultados de los partidos en las categorías de menores de 12 años para evitar líos, humillaciones y triunfalismos desmedidos. Es probable que el técnico blanco se frotara las manos si Florentino Pérez copiara la idea del Racing de Ferrol, que lleva un tiempo usando los símbolos de la Quiniela (1, X, 2) en lugar de los marcadores tradicionales, y evitar así el escarnio de derrotas con dos cifras o, en el caso del Real Madrid, de cero patatero. Con un marcador apagado o fuera de cobertura en los partidos del Real Madrid, es seguro que Lopetegui viviría mucho más tranquilo en mitad de la tormenta que asola al club blanco ante la falta de gol de su tropa. A pesar del parón para que la Roja jugara la Liga de las Naciones, el nuevo invento recaudatorio de la UEFA, los cuatro partidos consecutivos que enlaza el Real Madrid sin ver puerta hacen mucha pupa. Principalmente a Lopetegui, cuya etapa en el banquillo de Chamartín va camino de durar menos que una gripe. Si no llega a las uvas, ¡menudo papelón después de la que se lió este verano para fichar por los madrileños! Pero la situación también hace mucha pupa al tío Floren. La falta de gol no deja al presidente, que ahora quiere pasar a la historia por convertir el Santiago Bernabéu en un centro comercial con algo de verde en el medio, pasar página de lo ocurrido meses atrás con la venta de los 50 goles anuales de Cristiano Ronaldo a la Juventus. A cambio de 100 millones, el tío Floren se libró del dolor de cabeza en el que se había convertido el portugués, pero adquirió otro que le puede costar grandes disgustos si la era post princesita de Madeira sale rana.

Queda la posibilidad de que durante estas mini vacaciones, cerradas con el patinazo de la selección que ahora trata de reconducir Luis Enrique, el técnico del Real Madrid haya encontrado la fórmula. En realidad, debería haber descubierto varias: la de convertir a Benzema en un nueve de verdad, la de desentrañar cómo anular el efecto Guadiana que sufre Asensio -ahora se le ve, ahora no se le ve-, y la de neutralizar los motivos por los que Bale -ahora parece que psicológicos- echa tan a menudo el pie a tierra. Y si la sequía goleadora de las estrellas madridistas persiste, Lopetegui siempre podría acudir a Rubiales para rogar al presidente de la Federación que apague los marcadores. Pero va a ser que no. Al sindicalista metido a directivo aún le dura el ataque de cuernos.

Compartir el artículo

stats