Querido y respetado, el crevillentino Francisco Antonio Candela Pastor, conocido habitualmente por sus amigos como «Sipol», ha perdido la vida en su enésima aventura en la montaña, en este caso concretamente en la cordillera del Himalaya, cuando estaba en disposición de subir un pico de más de 6.000 metros.

La familia recibía ayer el amargo trago de que Paco, a escasas semanas de cumplir los 70 años, perdía la vida en circunstancias que este lunes todavía no habían trascendido. Algunas fuentes apuntan a que durante la ascensión (hoy en principio estaba programado atacar la cima) se encontró indispuesto y en el descenso hacia Katmandú falleció. También se señala que se pidió socorro, pero un helicóptero de auxilio no pudo llegar a tiempo. Un infarto o un derrame cerebral son algunas de las posibilidades que se barajan como motivo del fallecimiento de un hombre cuya pasión era la montaña.

Fuentes del Ayuntamiento de Crevillent confirmaban la noticia de su fallecimiento después de que en las redes sociales se corriera la voz de la muerte de Paco Candela, un deportista experimentado y bien conocido dentro y fuera de Crevillent.

Del Aconcagua a Alaska

Sus logros son extensos: desde conquistar el Aconcagua en los Andes, hasta Alaska, incluyendo un intento, sin éxito, de coronar el Everest.

«Era una persona muy relevante y deja un hueco tremendo», expresaba ayer Felipe Tortosa, presidente del Centro Excursionista de Crevillent, del que Paco Candela llegó a ser vicepresidente. También en el mundo de la fiesta de Moros y Cristianos de Crevillent, a la que estaba vinculado a través de la comparsa Moros Marroquíes, su pérdida llenaba de estupor a los que lo conocían.

«Nos queda el consuelo de que dejaste la vida en la tierra haciendo lo que más te gustaba. Ahora seguro estás más alto de lo que jamás hubieras imaginado», indicaban sus compañeros festeros.

Las redes sociales se inundaron de inmediato con muestras de condolencia por la fatal noticia, al tiempo que trasladaban todo su cariño a los familiares.

Faltan todavía muchos datos por conocer en qué circunstancias se produjo su fallecimiento, así como el hecho de cuánto tiempo podría prolongarse la repatriación de su cuerpo hasta la localidad que amaba y donde siempre obtuvo el cariño y admiración de los que conocieron a un deportista que ha muerto finalmente haciendo lo que más le gustaba.