Y el mejor fue Neto. Todo queda resumido en eso. El portero brasileño evitó la derrota con una serie de excelentes paradas. La presumible superioridad del VCF no se vio por ninguna parte, a pesar de haberse avanzado en el marcador con un gol de Batshuayi. Pero el equipo de Marcelino comenzó dormido la segunda parte y fue arrollado por el Young Boys, previo regalo de Parejo. El de Coslada cometió un penalti de infantil: tirándose al suelo sin necesidad y derribando a Sow. El VCF queda así casi sin opciones de clasificarse para los octavos de final de la Champions. Son nueve empates en 12 partidos.

Rodrigo, un saco de nervios, no dio pie con bola a pesar de intentarlo toda la noche. Parejo empezó bien, pero se hundió en la segunda parte. Antes, Carlos Soler tiró de su instinto para robar una pelota en el pico izquierdo y cedió un pase al desmarque de ruptura de Batshuayi, que amagó y tumbó al portero Wölfi antes de marcar. El gol fue liberador para todos, el primero el entrenador, Marcelino, que lo celebró a lo grande. Ferran Torres estuvo a punto de estrenarse como goleador en Champions con un caño con el exterior al lateral Mbabu. Buscó el tiro colocado con el interior al palo largo, pero le salió pifiado al corto.

El Valencia pilló una pájara en el arranque de la segunda parte. En 10 minutos, el Young Boys acumuló tres ocasiones de gol, la tercera un error monumental de Parejo, que se tiró al suelo para cometer penalti sobre Sow. Hoarau marcó desde los 11 metros al lado contrario al que se lanzó Neto. A partir del fallo, Parejo entró en pánico y el Young Boys comenzó a controlar el encuentro, con un Valencia muy metido atrás, amedrentado.

Marcelino reaccionó dando entrada a Gameiro por Ferran y pasó a jugar con tres puntas: Rodrigo, Batshuayi y Gameiro. El cambio de sietema, a un 4-3-3, le sentó bien al Valencia, se estiró y dio la sensación de poder marcar. El partido se convirtió en un ida y vuelta, pero el conjunto suizo estuvo más cerca de marcar. El Valencia de Marcelino no levanta cabeza.