El Valencia Basket perdió su condición de invicto en la Eurocup tras caer ante el Zenit en un partido en el que la defensa estuvo a un nivel pobre. El conjunto ruso alcanzó los 30 puntos en dos cuartos, cifra que no habla bien del trabajo atrás de los taronja.

Ese lastre tuvo además el añadido de la inconsistencia. En momentos importantes del choque el equipo volvió a caer en errores propios que echaron por la borda el esfuerzo de nadar a contracorriente durante gran parte del duelo. Jaume Ponsarnau sigue sin encontrar la tecla que active a su plantilla a un rendimiento regular y con una identidad. El factor positivo es que todavía es pronto y la temporada anda cerca de la casilla de salida pero el reto del entrenador debe pasar porque su mensaje cale ya antes de evitar que el problema entre por la ventana.

Juego «taronja» racheado

La entrada al partido del Valencia Basket fue buena con un juego colectivo en el que Matt Thomas por un lado y la conexión entre Van Rossom y Tobey permitió conseguir las primeras rentas en el marcador (2-10). Ponsarnau otorgó protagonismo al casi inédito Sergi García que respondió bien con dos triples que permitieron a los taronja llegar al final del primer cuarto por delante y sobre todo, con buenas sensaciones (19-25).

El arranque del segundo período superó incluso las prestaciones de los valencianos que tras una canasta de Abalde logró su máxima ventaja (22-32). Cuando todo parecía un camino de rosas llegó el apagón. El Zenit cogió el ritmo del encuentro con la aparición de Reynolds, Jennings o Karesev, mientras que el Valencia Basket comenzó a caer en pérdidas de balón seguidas, una defensa con fracturas y unos ataques desdibujados que concatenaron en un cambio de amo en el electrónico por primera vez en el duelo (35-34). La línea descendente siguió hasta el descanso con un clarividente parcial negativo de 30-14 que vaticinaba un futuro en el choque poco halagüeño.

La segunda parte no mejoró el panorama. Un triple de Simonovic ponía contra las cuerdas a los valencianos (57-42). Bajo la batuta de Van Rossom, el talento de San Emeterio y la eficacia de Tobey el Valencia Basket se reenganchó al encuentro en el último período con opciones serias de poder ganar (80-78). Las grietas defensivas se reabrieron. Reynolds y los triples fulminaron la remontada y el Zenit remachó la faena llegando a la centena de puntos.