El Ontinyent sumó ayer una victoria de un valor incalculable ante el filial del Espanyol, uno de los rivales más poderosos del grupo III de Segunda División B. Lo hizo gracias al gol de Soler al inicio de la segunda parte, un tanto al que le sacó toda la renta posible. El filial catalán tuvo un 90% de posesión de la pelota, pero no le bastó para marcar. Al contrario que el equipo valenciano, que, sin apenas tener la pelota en su poder, fue capaz de ganar en un estadio inexpugnable desde mayo de 2017. Con 17 tantos a favor, el filial «periquito» es el segundo conjunto con más acierto, sólo por detrás del líder, el Villarreal B.

El Ontinyent resistió con solidez al impetuoso inicio de su rival, que salió desde el primer minuto en busca del gol. El conjunto valenciano se defendió con orden y tuvo en su portero, Craviotto, a uno de sus grandes valores , especialmente antes del descanso.

El gol llegó a los 9 minutos del segundo tiempo. A partir de ahí, el Ontinyent lo tuvo muy claro. Juntó líneas, cerró bien los espacios y no renunció al segundo tanto. Lo tuvo en sus botas Pablo Carbonell en el tramo final.

Con esta victoria, el Ontinyent se aleja de la zona peligrosa y se asienta en la zona cómoda, cerca de la promoción de ascenso, en una situación propicia para plantearse realmente si puede aspirar a alcanzar al cuarto clasificado.