El Valencia Basket no solo ganó un partido más en la Liga Endesa sino que volvió a pedir en voz alta y con hechos que se crea de nuevo en él. Lo hizo de manera justa con un tercer cuarto para enmarcar y con las señas de identidad que le hicieron ganar una liga hace dos años. La persistencia de Jaume Ponsarnau por fin eclosionó en sus jugadores. El conjunto «taronja» tuvo intensidad, agresividad, talento, paciencia y, sobre todo, fe.

En un momento complejo del tercer cuarto, el Valencia Basket no se vino abajo y, con un quinteto valiente en la pista, en el que ataque iba a predominar sobre la defensa, no solo se enjugó la desventaja sino que además pasó por encima del Andorra. La Fonteta volvió a entusiasmarse con los suyos y se contagió del ánimo de unos jugadores encorajinados y que poco a poco se fueron liberando de las presión acumulada en las últimas semanas. Los rostros en la cancha así lo reflejaban porque por fin las cosas habían salido bien y según lo previsto. El encuentro sirvió además para ver el mejor partido en la Liga Endesa de jugadores como Labeyrie, que a pleno rendimiento es un jugador que puede aportar muchas cosas. Su trabajo junto al de Will Thomas destrozó por completo la zona andorrana con la aportación del incansable Dubljevic. En la dirección Van Rossom fue el timón bajo el que navegó el equipo con criterio, orden y personalidad, mientras que San Emeterio evidenció que se encuentra mucho mejor cada día al igual que Matt Thomas, quien desatascó al Valencia Basket en ciertos momentos. En el debe queda la aportación algo intermitente de jugadores como Abalde o Vives. Diot finalmente no se vistió de corto en una decisión consensuada, aunque se quedó en anécdota.

Tercer cuarto definitivo

El Morabanc Andorra salió enchufado a la pista con gran acierto principalmente desde el perímetro. Eso desconcertó de inicio del Valencia Basket tras un triple de Walker (9-18). Tras un tiempo muerto de Jaume Ponsarnau, el equipo taronja reaccionó con una evolución tanto en defensa como en ataque que le valió para lograr un buen parcial de 8-0 (17-18). En una dinámica equilibrada los andorranos consiguieron llegar con ventaja al final del primer cuarto (18-22). La entrada de Labeyrie reactivó a los «taronja» en la cancha con un mayor ritmo en la cancha y que valió para lograr la primera ventaja en todo el encuentro después de una acción del francés (33-32). Upshaw emergió en los visitantes para recobrar la iniciativa en el electrónico. Afortunadamente para el Valencia Basket, Will Thomas lo contrarrestó para dejar el encuentro abierto de cara la segunda parte (37-39).

El tercer cuarto marcó el partido y eso que no comenzó bien para los «taronja». Un triple de Shurna ponía en alerta a la Fonteta con una desventaja muy peligrosa (40-51). El Valencia Basket apareció para aplicar la fórmula del éxito basada en defensa. Con un desgaste atrás brutal se pudo correr y ahí se desarboló a un Andorra que encajó un demoledor parcial de 26-6 hasta el final del tercer cuarto (66-57). Con el encuentro encauzado y un pabellón enloquecido con los suyos, el cuadro de Ponsarnau quería más y no defraudó. Había muchas ganas de reivindicarse y de regalarse una victoria que volviera a estimular los ánimos. El parón ha sentado fenomenal a un equipo que espera su relanzamiento.