Enric Mas cumplió el pasado domingo 24 años. Y ya prepara la carrera para la que parece predestinado: el Tour de Francia. Este año debutará en la Grande Boucle. Ayer, en la presentación de su equipo, el Deceuninck Quick Step, en el hotel Suitopia de Calp, el joven ciclista mallorquín dijo que su objetivo en el Tour es «adquirir experiencia». Pero Enric Mas sabe que su segundo puesto en la última Vuelta a España ya le coloca en el foco. El mundillo ciclista, ávido de descubrir nuevos campeones, le ha dado el título de sucesor de Alberto Contador.

El joven corredor prepara su año Tour (la carrera francesa condiciona los entrenamientos de toda una temporada) en Calp y en las carreteras de la Marina Alta. Su equipo ha montado el cuartel general en un municipio en el que también se concentrarán el Team Dimension Data, el Direct Energie, el Groupama-FDJ o el Astana. La Marina Alta es una garantía de sol, de agradables temperaturas y sus carreteras, jalonadas de repechos, afinan las piernas.

El equipo belga Deceuninck Quick Step, también conocido como los «wolfpack» (manada de lobos), ya juega a todo. Enric Mas es su gran baza para la general de las grandes vueltas. Esta escuadra, sin embargo, no ha perdido su esencia clasicómana. El pasado año sus corredores lograron 73 triunfos. El Quick Step fue el equipo más laureado del pelotón internacional. Su director, Patrick Lefevere, subrayó ayer el carácter ganador de sus ciclistas. «Queremos seguir cosechando victorias», dijo.

El equipo tiene una baja importante, la del esprinter colombiano Fernando Gaviria, que se ha marchado al UAE. Pero mantiene a corredores con mucho gen competitivo y ganador. En sus filas, sigue el ambicioso Julian Alaphilippe, un clasicómano que se defiende a las mil maravillas en las grandes vueltas, como demostró en el Tour de Francia al adjudicarse dos etapas y el maillot de la montaña. Otros dos grandes especialistas en clásicas son el veterano Philippe Gilbert y Bob Jungels. Ya están apretando de lo lindo en los entrenamientos. Las clásicas de primavera, con los «monumentos» de la Paris-Roubaix, el Tour de Flandes o la Milán-San Remo, están a la vuelta de la esquina.