Solo un gol de un penalti mal pitado, el Atlético ha doblegado al Levante UD en un partido muy digno de los granotes. El árbitro se equivocó claramente en el reglamento, al señalar manos de Vukcevic cuando el montenegrino tenía el brazo apoyado en el suelo. El fiasco arbitral llegó mediado en la segunda parte, cuando el Levante UD mejor asentado estaba sobre el campo. Justo en el momento en el que el juego alegre del conjunto de Paco López comenzaba a relucir sobre el verde brillante del Wanda Metropolitano.

Mientras le cayó la tromba inicial local, el Levante UD se centró en tratar de ocupar bien los espacios, esperar a que amainara el temporal. En ataque estático y a campo abierto, el Atlético de Madrid fue abrumador en los primeros minutos. Atacó de todas las formas y por todos los lados, con Thomas de resorte y Griezmann de estilete, mientras Vukcevic, el futbolista escoba elegido ayer por Paco López, intentaba sin éxito buscar a algún compañero en cuanto le caía la pelota en los pies. Lo mismo le pasó a Campaña, superado al principio por el arrebato inicial de su rival.

El arrebato rojiblanco encontró premio muy pronto, a los 10 minutos, anulado por el Var. Vitolo entró por la izquierda y filtró la pelota a Koke, que cruzó ante la salida de Oier. La repetición decretó que hubo falta previa sobre Bardhi en el medio campo.

Superado el sofoco -ayudó la lesión de Savic-el Levante UD dio un paso adelante. Con el orden y un punto bizarro en su juego, el Levante UD encontró por fín el área rival, una cima desconocida hasta entonces. Los chicos de Paco López sacaron el descaro. Con más alegría y entusiasmo, ni se empequeñecieron ni se hicieron un equipo largo. Campaña y Bardhi movieron la pelota y el Levante UD atacó casi si

empre por la izquierda, por medio de Toño, que firmó un primer tiempo notable, con frecuentes incursiones por su banda. Lástima que no encontrara la continuidad de Morales, que se estrelló contra los centrales, incapaz de ganarse unos metros o un disparo en el mejor trajo del Levante UD. No era su día.

LaLiga Santander: Los goles del Atlético de Madrid - Levante (1-0)

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El Atlético tocó corneta en el tramo final, en busca del gol con el que suele cerrar los partidos. El clásico arreón colchonero. Fue el momento de los centrales granotas, que anularon a Correa, Griezmann y Vitolo a base de pico y pala, con un trabajo inconmensurable. Disfrutó de varias ocasiones el Atleti, pero nada especialmente grave.

El Levante fue fiel a su guión tras el descanso. Sólo le costó despegar en ataque, donde nadie encontró a Morales y a Roger, que se pasaron el partido enjaulados entre los centrales. Les costó cazar una pelota e hilvanar alguna arrancada intimidar realmente a la zaga rival. Pero el plan no era malo: el conjunto de Paco López no renunciaba a la pelota, aunque sin la precisión necesaria para conseguir algo más interesante. El encuentro estaba abierto, sin perder nunca esa sensación de que el Atlético pudiese culminar algún ataque en cualquier momento. Tiene dinamita.

El Atlético rompió los optimistas pronósticos visitantes con un penalti mal pitado. El balón golpeó en el brazo de Vukcevic, que tenía apoyado en el suelo. ¿Qué podía haber hecho el montenegrino para evitarlo? El reglamento lo deja claro: "En estos casos, el árbitro no deberá sancionar la mano, entendiéndose como una acción derivada del propio juego". ¿Por qué no intervino el VAR?. Griezmann ejecutó el lanzamiento de forma sublime.

Paco López movió piezas. Dio entrada a Borja Mayoral por Roger, además de a Rochina por Vukcevic. El Levante UD despertó en busca del gol. Morales, que había encontrado un pasillo por la derecha unos minutos antes, se abrió camino estaba vez por la izquierda. Tras un doble regate, disparó a las manos de Oblak en uno contra uno. No fue gol, pero al menos había una buena noticia: el Comandante había aparecido en el partido y quedaban 20 minutos por delante.

Bien articulado desde el medio, el conjunto granota tuteó al poderoso Atlético, al que inquietó durante el tramo final. Sólo le faltó alguna ocasión más, pero eso, quizá, es mucho pedir ante uno de los equipos más sólidos de Europa.