El rugby, el deporte de los valores por excelencia, se ha convertido en uno de los grandes vehículos de la sociedad para la integración. Así lo evidencia la celebración por primera vez en la ciudad de València del Festival de Rugby Inclusivo, Torneo «Capaz», en el que participaron más de un centenar de deportistas con diversidad funcional, el pasado fin de semana.
Organizado por el Tatami Rugby Club, y con el patrocinio de Aedas Homes, tres equipos inclusivos de clubes valencianos: Andemen Tatami, Les Abelles y Cullera, participaron en el campeonato celebrado en el Campo del Río, junto a los denominados «facilitadores» que ayudaron durante el desarrollo de los partidos, para disfrutar de las bondades del deporte del balón oval y sentar un precedente de cara a próximas ediciones.
El torneo, que se celebró bajo unos parámetros de deportividad, acorde con los valores del rugby, y bajo un ambiente espectacular de aficionados y amigos del deporte del XV. Este primer Festival de Rugby Inclusivo Ciudad de València ha sido la primera cita competitiva para equipos de jugadores con diversidad funcional que se ha celebrado en València. Los organizadores aseguran que no será el último y ya se trabaja para crecer en las próximas ediciones.
Clubes como el Tatami, Abelles y Cullera, que cuentan con equipos y entrenan cada semana en sus instalaciones, ya adquirieron experiencia en citas tan relevantes como la de Almería, donde acudió Les Abelles, o el Mundial de Rugby inclusivo de hace dos años que se celebró en Gaztedi y en el que se vieron las caras el Tatami y el Cullera.
El exinternacional valenciano César Sempere, miembro del club groc i negre, aseguraba que este torneo de rugby inclusivo «tendrá su continudad», decía, y adelantaba que ya se trabaja para que el próximo años «puedan venir a jugar a València equipos como El Salvador, Hernani o Amería, que tienen equipos de rugby inclusivo».
«Ha sido una experiencia gratificante, un gran día para nuestro deporte, con los partidos, ambiente, entrega de trofeos y tercer tiempo incluido», argumentaba, «desde el Tatami llevamos ya tres años trabajando con un grupo inclusivo y lo hacemos también en tres líneas, con grupos de inserción junto a la Colonia San Vicente y también junto a la Cruz Roja para que los inmigrantes tengan acceso al deporte», añadió.
