Sólo el Mónaco había ganado en Belgrado. El Valencia Basket se convirtió el segundo conjunto en lograrlo, con un triunfo que además dio el premio de la clasificación hacia los cuartos de final de la Eurocup. Los «taronja», en un choque disputado, dieron un zarpazo además casi definitivo para ser campeones de grupo.

El partido arrancó con un dominio completo de Dubljevic, al que se unió Labeyrie para marcar las primeras rentas en el marcador (8-16). El Estrella Roja reaccionó de la mano del veterano Perperoglou. Dos triples suyos y uno de Covic enjugaron algo la desventaja en el electrónico en la conclusión del primer cuarto (17-21). La línea ascendente del cuadro serbio tuvo continuidad en el segundo período. Un triple de Baron daba a los locales su primera renta en el encuentro. Con el griego Perperoglou como protagonista el Estrella Roja siguió creciendo. Ponsarnau varió la defensa sobre el anotador del conjunto de Tomic con Doornekamp, Sastre y Abalde aunque no conseguí detener su caudal anotador (38-34).

El encuentro se convirtió en un atractivo duelo que concluyó de nuevo con Dubljevic como líder de los «taronja» para anotar un triple en la bocina que dejaba todo por decidir a la conclusión de la primera parte (44-42).

Tras el paso por los vestuarios, el Valencia Basket volvió a pisar el acelerador gracias a la inspiración de Abalde, el descaro de Diot y la regularidad de Dubljevic. Con esta directriz el cuadro de Ponsarnau consiguió su máxima renta en el electrónico (48-60). El Estrella Roja no estaba dispuesto a rendirse y con un parcial de 10-2, los serbios estrecharon de nuevo las diferencias (58-62). El último cuarto enfocó un compromiso muy equilibrado en el que los balcánicos, con la entrada de Ristic, equilibraron su desventaja en la zona para igualar el choque (71-71). El desenlace del partido aventuraba tensión y nervios en el que todo podía pasar. Una acción de Ragland hizo enloquecer al pabellón con apenas quince segundos por jugar (81-80). Era el momento de la sangre fría y de la valentía. El belga Van Rossom tomó ese testigo y en una acción vertiginosa silenció a la ruidosa hinchada local para voltear de nuevo el marcador (81-82). Los tres segundos restantes se hicieron eternos, pero un robo de Sastre sesgó las opciones del Estrella Roja y rebañó el triunfo «taronja» que sigue firme en la Eurocup y volvió a confirmar que cada día va poco a poco a más.