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Entrevista

Meiya Tirera: "Entrenamos y hacemos el día a día como un equipo masculino"

La pívot "taronja" reconoce que muchos aficionados todavía discriminan el deporte femenino

La pívot Meiya Tirera (Malí, 33 años) es una de las referentes del Valencia Basket, donde disfruta de su segunda temporada.

¿Cómo está el equipo ahora?

Estamos en un buen momento. No debemos parar porque la línea es positiva. Después de los partidos contra el Salamanca, Gernika y Girona, el equipo se ha rehecho bien y hemos recuperado la inercia ganadora.

¿Qué falló o faltó ante los tres equipos de arriba?

Quizás un poco de defensa y mentalidad. Son equipos con mucha calidad y, en algunos momentos, no tuvimos la paciencia y la agresividad para sorprenderlas. Para superarlas, que es posible, tenemos que hacer un buen trabajo colectivo y con mucho desgaste defensivo.

¿Cómo valora las incorporaciones que han llegado?

Son jugadoras de mucho nivel. Se ha notado mucho el salto de calidad. Ellas conocen esta liga durante muchas temporadas y eso es importante. Se han involucrado muy bien en la plantilla y las sensaciones con ellas son magníficas.

¿Ha evolucionado mucho como jugadora?

He aprendido mucho en estos dos años en el Valencia Basket. Ha crecido el equipo, el club y yo. No soy la misma que llegó a Cadi La Seu hace un par de años. Soy mejor jugadora y mucho de ello se lo debo al Valencia Basket.

¿Cómo definiría su adaptación el club y a la ciudad?

Me encuentro genial. Desde la primera a la última persona del club me han tratado muy bien. Estoy encantada de la ciudad. Tengo a mi hijo aquí y estoy feliz.

¿Es muy difícil compaginar ser madre y deportista profesional?

Es muy complicado. Es necesario tener una persona que pueda ayudarte porque si no, es imposible. La base es seguir trabajando para poder ser profesional del baloncesto, no hay otra.

Ha estado muy vinculada a Malí, ¿se plantea volver a jugar con su selección?

Sí que me gustaría, aunque ahora mismo no lo sé. Cuando me llamen, si es que lo hacen, habrá que pensarlo, pero sí querría ayudar a mi país.

¿Cómo va el proyecto de baloncesto solidario que quiere desarrollar en su país?

Quiero ponerlo en marcha pero hay un trabajo previo que de momento estamos valorando. Faltan todavía muchas cosas, principalmente el de aglutinar todas las ayudas. No puedo hacerlo sola y estoy buscando a más personas que puedan involucrarse conmigo.

Llegó a Europa ya veterana y a Bulgaria, ¿cómo fue la primera experiencia tras dejar África?

En Bulgaria todo era muy diferente. No hay tantos equipos como en España y los objetivos eran distintos. La vida era también distinta a la de España y, desde luego, lo que estoy convencida es de que el cambio ha sido para bien.

¿Considera que fue una buena o una mala experiencia?

Cojo lo positivo. Creo que aprendes y la experiencia que adquieres te hace madurar más rápido.

¿Por qué tardó tanto en dar el salto al baloncesto europeo?

Muchos equipos querían traerme a Europa, pero los contratos que me ofrecían era muy bajos. Pensaban que si venías de África ibas a fichar por poco dinero y que aceptabas cualquier condición. En los países que jugué en África los contratos eran mejores que lo que podía tener en Europa y, por eso, esperé hasta que llegó el mejor momento de dar el salto.

¿Cómo es el baloncesto en África?

El baloncesto africano es muy diferente al que se puede vivir aquí o en Estados Unidos. Las instalaciones allí son muy precarias y el objetivo a nivel personal no es el mismo que aquí. Allí las mujeres, una vez se casan, dejan la actividad del deporte. En Europa estas cosas no se dan y se puede compaginar todo.Los jugadores africanos sí se han ganado un hueco en las ligas europeas e incluso en Estados Unidos, pero a las mujeres les cuesta más. Espero que seamos muchas más en un futuro, pero está costando.

Y en general, ¿cómo ve el deporte femenino profesional?

La gente piensa desde fuera que hacemos un deporte y que es más fácil. Nosotras entrenamos en la pista, hacemos trabajo en el gimnasio y nos ejercitamos en el día a día como cualquier equipo masculino. Espero que en unos años cambie. Al final también damos un espectáculo. Habrá a gente que le guste más y habrá gente que le guste menos, pero no deja de ser un deporte que se practica a nivel profesional.

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