Un Valencia con dos caras casi opuestas, excelente la primera media hora, e irreconocible en la segunda parte, dejó la eliminatoria abierta para el próximo jueves en Rusia de estos octavos de final de la Liga Europa. El cuadro de Marcelino quiso especular tras el descanso y lo pagó con un gol en contra. Al Krasnodar (esta es la lección) hay que atacarle porque es débil atrás, pero muy peligroso cuando ataca.

El gol con la derecha y de volea frente al Athletic ha vuelto a situar a Rodrigo donde estaba al final de la pasada Liga: entre los mejores delanteros de Europa. A ese estatus pertenece su primer tanto ante el Krasnodar. Recogió el balón procedente de Gameiro en el carril del 8. Encaró al lateral izquierdo ruso. Lo tanteó con varios amagos. Arrancó en diagonal hacia el centro del área y esperó a disponer de la mejor perspectiva para enviar combado al segundo palo. Era una contra, la jugada preferida del VCF. Pero no la única. Hubo presión en campo contrario, fluidez en la elaboración a partir de Parejo y variedad para atacar tanto por dentro con Rodrigo y Gameiro como por fuera con Piccini-Soler y Lato-Guedes.

El portugués es quien más tarda en unirse a la fiesta. Guedes necesita un golpe de efecto para recuperar la confianza perdida. El segundo gol fue una obra de orfebrería por la lenta cocción y la precisión en los detalles. El balón cayó en los pies de Lato, que entró como una fiera hasta la línea de fondo. Su centro suave con el interior de la zurda fue un regalo al segundo tanto de Rodrigo.

A continuación, el equipo de Marcelino sacó una foto del pasado curso: meteórica contra de Guedes, que lanza a Rodrigo. El centro medido de este lo estrella Gameiro, incomprensiblemente, en el cuerpo del meta Safonov. Debería haberla picado. El francés siempre es mejor cuando entra de suplente.

Frescura desvanecida

El Krasnodar cumplió las previsiones: blando atrás y habilidoso arriba. El VCF comenzó apático la segunda parte. La frescura se había desvanecido misteriosamente. El conjunto de Marcelino empezó a sentirse incómodo y Piccini, que venía siendo uno de los destacados, no advirtió la llegada a su espalda de Claesson, que batió por el palo corto y de cerca a Neto. Tras el error, Piccini volvió a ser el jugador dubitativo de las primeras jornadas.

El dominio del Krasnodar irritó a la grada, que no entendía qué había pasado. ¿Por qué el equipo se había echado tan atrás?, ¿por qué había perdido el centro del campo?, ¿qué le pasa a Guedes? Marcelino sustituyó al luso y parte de Mestalla apagó la bronca de la otra media. Carlos Soler mantuvo el tipo toda la noche. Y eterno Parejo empujó hacia un tercer gol imposible. El VCF no disparó a puerta en toda la segunda mitad. Y solo atacó los últimos cinco minutos. Una equivocación evitable en Rusia el próximo jueves.