El mallorquín emprende a partir de mañana, con la primera carrera del Mundial en Catar, una nueva aventura en la escudería Honda. Tras dejar de forma abrupta Ducati, Lorenzo (Palma, 1987) aspira a ponerle las cosas difíciles a su nuevo compañero, el pentacampeón del mundo de la máxima cilindrada, Marc Márquez.
Jorge Lorenzo es, pese a los espectaculares resultados de pretemporada de Maverick Viñales (Yamaha), Alex Rins (Suzuki), Danilo Petrucci (Ducati) y Fabio Quartararo (Yamaha), la gran novedad, la sorpresa, la duda, la incertidumbre y, sobre todo, el tricampeón de MotoGP al que todos miran conscientes de que si logra adaptarse a la Honda puede presentarle tan o más batalla al pentacampeón Marc Márquez (Honda) de lo que lo ha hecho el subcampeón Andrea Dovizioso (Ducati) en las dos últimas temporadas.
¿Cómo llega al inicio del Mundial?
No llego mal, no, aunque podía haber llegado mejor. No estoy al 100 por 100 y, por tanto, he de mejorar para poder realizar todas mis actividades, desde mi preparación física en el gimnasio hasta pilotar con total movilidad y, sobre todo, sin dolor alguno. Aunque, insisto, sobre la moto no estoy tan mal y, por tanto, creo que aquí, en Catar, podré hacer una buena moto.
¿Se marca algún objetivo?
Estoy abierto a todo porque puede pasar de todo, sí, tanto bueno como malo. Pero, claro, tanto yo como el equipo esperamos que todo lo que ocurra sea bueno. No descarto nada. En estos momentos, no soy el favorito ni estoy en el grupo de favoritos, pero, desde luego, a medida que pasen las carreras no descarto nada. Tenemos mucho por construir frente a pilotos que llevan ya muchos años con esta moto.
Todo el mundo tiene la sensación de que le costará mucho menos adaptarse a la Honda que lo que le costó adaptarse a la Ducati.
Yo también tengo esa sensación, veremos, ¡ojalá sea así! La verdad es que hace un año no estaba en las mejores condiciones en Ducati, habían cambiado la moto y no me encontraba a gusto sobre ella. Ahora estoy mucho mejor que hace un año y la moto es estupenda, pero el problema es que llevo seis meses con problemas físicos. Si hubiese hecho a tope los test de Malasia y Catar, ahora llegaría mucho más fuerte. No es así, pero acabé el test de Catar en una muy buena quinta posición.
¿Le queda mucho trabajo por hacer?
Bastante, sí, pero ya no es como el primer día. Hemos mejorado mucho la posición sobre la moto, la puesta a punto y he empezado a entender muchos comportamientos de la moto, pero nos falta un largo camino por recorrer. A una vuelta, desde luego, soy capaz de ser muy veloz, pero aún he de entender muchas cosas para poder adquirir un buen ritmo de carrera.
No se ve ganando el domingo.
Hombre, así, de sopetón, no. Ni soy favorito ni estoy, de momento, entre los favoritos al triunfo, pero no descarto nada. Todo puede pasar. Ahora tengo cuatro o cinco pilotos por delante.
De lo que sí ha tenido tiempo es de saber que ha ido a parar a un gran equipo.
Yo creo que el equipo Repsol Honda está un escalón por delante de los demás en muchos aspectos y así lo siento, pero, claro, eso tanto Marc (Márquez) como yo debemos demostrarlo en la pista.
Todo el mundo dice que es la mejor parrilla de la última década.
Bueno, cada año se dice que es la mejor pero, sí, parece que este año es verdad. Los pilotos, ahora, se preparan mucho mejor que hace diez años. Se toman mucho más en serio su deporte, son más profesionales, dedican muchísimo más tiempo a su trabajo, tanto fuera como dentro del circuito, y cada vez aumenta el nivel de la parrilla.
Y las motos cada vez son mejorar ¿no?
Las motos cada vez corren más, sí. Hoy en día, si el piloto es talentoso, tiene energía y está convencido, puedes ganar carreras con cualquiera moto oficial de la parrilla. Ganar el título es otra cosa, pero ahora hay cuatro motos con posibilidades de ganar el Mundial y hasta seis que pueden ganar grandes premios.
