El Valencia Basket sufrió lo indecible después de un pésimo tercer cuarto para sacar un ajustada victoria en la pista del MoraBanc Andorra por 72-73. Lo positivo es que el equipo supo reaccionar a tiempo en el último cuarto y que, de la mano de un Vives excepcional y su conexión con Diot, dio la vuelta al encuentro cuando prácticamente parecía perdido. Victoria vital para mantenerse en la lucha por la cuarta plaza de la Liga Endesa y ahora, desde ya, a pensar en la final de la Eurocup ante el Alba Berlín.

Guillem Vives dominó los primeros minutos para un Valencia Basket que fue de menos a más en el arranque. Bajo la batuta y productividad del base catalán los taronja no tardaron en colocar una renta clara en el marcador (5-13; min. 5), obligando a Ibon Navarro a solicitar su primer tiempo muerto en el encuentro. Las sensaciones estaban siendo buenas por entonces, pero desafortunadamente no durarían demasiado.

Jaume Ponsarnau optó por hacer rotaciones rápidas, y eso pasó factura al equipo. Sobre todo porque el MoraBanc Andorra fue otro desde el tiempo muerto. La presencia de Moussa Diagne, que no había entrenado en toda la semana por un episodio de mareos que le tuvo hospitalizado, dio otro aire a los locales. Su intimidación en el juego interior y una mayor intensidad defensiva fue suficiente para desarbolar a los taronja, ahora muy imprecisos.

La acumulación de pérdidas fueron castigadas a la contra por el Andorra, que tras un parcial de 11-2 dio un giro al partido (16-15; min. 10). El Valencia Basket no encontraba su sitio en la pista y únicamente los triples de Matt Thomas le permitieron mantenerse 'vivo' en esos minutos (21-21; min. 12). El encuentro era un auténtico correcalles en el que ninguno de los dos equipos lograba imponer su ritmo. No había control y ahora tampoco acierto. En ese escenario dos buenas acciones de Will Thomas y un palmeo de un gris Labeyrie pusieron de nuevo por delante a los de La Fonteta (21-27; min. 25). Seis puntos de renta que, tal y como estaba el partido, podían haber sido oro de cara al desenlace final.

Sin embargo, apenas le duró la ventaja al Valencia Basket. De nuevo las pérdidas (9 al descanso) se convirtieron en el mejor aliado para el MoraBanc, que en apenas dos minutos dio de nuevo la vuelta al marcador con un parcial de 10-0 liderado por Albicy (31-27; min. 27). A partir de ahí intercambio de canastas que hizo llegar el choque en tablas al descanso (37-37; min. 20).

El paso por los vestuarios no pudo ser más negativo para el equipo de Jaume Ponsarnau. Cuatro puntos de Albicy y otra canasta de Diagne colocaron la máxima renta para el Andorra hasta ese momento (43-37, min. 21). Tocaba remar, pero el Valencia Basket no encontró los argumentos ofensivos para poder hacerlo. Es más, el colapso llevó a buscar puntos únicamente desde el triple. Signo inequívoco de que el planteamiento del partido s eestaba derumbando (51-44; min. 27).

El 'tiempo muerto de la tele' dio la oportunidad a Ponsarnau de abrir los ojos a sus jugadores y, con Vives en pista, intentar equilibrar algo más el juego de ataque. Pero ni por esas. La falta de acierto y, ahora también, los desajustes defensivos, dispararon aún más a los locales (58-45; min. 29). La desconexión era total y ni siquiera el triple de Sastre sobre la bocina del tercer cuarto hacia presagiar cambios de cara al tramo final (58-48; min. 30).

Error. Estos llegaron de manera providencial con Vives y Diot juntos sobre la cancha. El equipo se puso por fin el mono de trabajo y empezó a correr, lo que unido al acierto desde el 6,75 le colocó a las puertas de la remontada tras un parcial de 7-19 (67-67, min. 36). Dos tiros libres de Labeyrie la culminarían acto seguido (67-69). Ya nunca más los valencianos dejarían de ir por delante en el luminoso hasta la conclusión. Y eso a pesar de que el choque se decidió en un cara o cruz final que pudo caer de cualquier lado en un final de infarto y cargado de imprecisiones.