La Fonteta será testigo esta noche del nuevo campeón de la Eurocup. Tras quedarse a las puertas de haber conseguido el trofeo en Berlín, el feudo «taronja» definirá en el tercer y definitivo encuentro de la serie. Precisamente éste es uno de los pilares al que se encomienda el Valencia Basket, ya que el conjunto de Ponsarnau ha cimentado su impecable temporada en Europa con el pleno de triunfos como local. En caso de confirmarse hoy, le daría el premio gordo con el cuarto título continental y, por supuesto, el billete a la Euroliga, gran objetivo del club valenciano.

En el seno del vestuario se ha tratado de pasar la página a la derrota de Berlín y, sobre todo, se mantiene el convencimiento de que manteniendo el nivel habitual la victoria no se puede escapar. Tanto la plantilla como el cuerpo técnico han tratado de aislarse de cierta corriente negativa llegada desde el exterior, que recuerdan el amargo precedente de hace dos campañas cuando en una situación similar a la actual el Unicaja asaltó la Fonteta y se llevó la Eurocup. En el Valencia Basket se aprendió de aquella derrota y sobre todo se tiene asumido que la situación actual, por muchos condicionantes, es muy distinta y con más motivos para pensar que el final será feliz, idéntico al que se vivió en 2003 cuando se ganó la primera ULEB Cup frente al Novo Mesto y por supuesto la Liga Endesa de 2017 que se ganó frente al Real Madrid.

En el plano médico, una de las novedades para el encuentro de esta noche podría ser la presencia Guillem Vives. Con un desgarro muscular el base catalán se perdió los dos partidos de la serie, aunque ayer se probó con sus compañeros en la última sesión preparatoria y las sensaciones no fueron malas. El técnico Jaume Ponsarnau decidirá si cuenta o no con un Vives que antes de su dolencia estaba rindiendo a un gran nivel y que podría dar minutos de respiro a un pletórico Van Rossom, que fue el jugador más destacado el viernes en Alemania. La tesitura del preparador catalán se presenta compleja ya que la inclusión podría derivar en la baja de Diot, que pese a estar cada vez mejor a nivel físico, su rendimiento en la cancha sigue sin aportar regularidad ni consistencia al juego de los valencianos. El otro descarte recaerá, salvo sorpresa, en el balear Sergi García, que todavía no ha participado en la final. Sobre la posibilidad de la participación del base catalán, Ponsarnau se mostró cauto. «Ha podido completar todo el entrenamiento, ahora hemos de esperar a ver qué pasa. Si la respuesta es buena, pasará a ser uno de los 14 jugadores disponibles», indicó.

Pocas sorpresas por mostrar

El Alba Berlín llegó ayer a València espoleado por su triunfo en la prórroga del pasado viernes. Con tres partidos en menos de una semana, los pequeños detalles serán los que puedan marcar la diferencia. El técnico del Valencia Basket, Jaume Ponsarnau, habló sobre las cosas que pueden cambiar esta noche. «Sabíamos que lo más lógico era llegar a los tres partidos. Tenemos que encontrar las cosas que nos faltaron en Berlín para darlo todo. Todo el mundo está preparado para dar el 100%, es una final. Ellos te obligan con conceptos nuevos a sumar repertorio, y por supuesto repertorio defensivo», apuntó. Con todas las cartas encima de la mesa hoy no se puede fallar. La Fonteta quiere la Eurocup.