Es el dominador absoluto de la Eurocup. El Valencia Basket sumó anoche su cuarto título de una competición a la que tiene tomado el gusto y que confirma que se le queda cada vez más pequeña. Los «taronja» han mostrado una sobriedad incuestionable y la final ante el Alba Berlín lo ha escenificado a la perfección. Ponsarnau, con un comienzo irregular en esta campaña, ha podido reconducir a un grupo que siempre creyó para lograr el gran objetivo de la temporada. El título se une a unas vitrinas que cada vez presentan un mayor colorido y libera el camino una vez más a la Euroliga, ese torneo en el que los valencianos quieren hacerse fuertes.

El Valencia Basket salió a la pista excesivamente atenazado y dando muestras de encontrarse presionado. Con tiros erráticos y cierta permisividad defensiva el Alba Berlín puso un inquietante 0-11 en el marcador tras un triple de Siva. Lejos de caer en los murmullos de preocupación, la Fonteta dio muestras de madurez apoyando más si cabe a su equipo. Ponsarnau realizó cambios con la entrada de Dubljevic y Matt Thomas que reactivaron a los «taronja», gracias sobre todo a los puntos del norteamericano, que estrecharon el electrónico al final del primer cuarto (17-18). Diot ofreció buenos minutos en la dirección y los valencianos, tras igualar el encuentro (20-20), consiguieron un parcial de 10-0 para abrir la primera gran brecha en el marcador (30-20). Un excelente trabajo defensivo colectivo con nombres propios como el de Labeyrie sobre Sikma unido a la inspiración de Dubljevic y de un Matt Thomas desatado estiraron algo más la ventaja del Valencia Basket y que llevaron el delirio a la grada (40-23). El orgullo de los alemanes, con el base Siva como único argumento ofensivo, unido a una lógica dosis de relajación de los «taronja», propició que el Alba Berlín acortara algo las diferencias antes de llegar al final de la primera parte (46-33).

Tras el paso por los vestuarios, la decoración no cambió y el Valencia Basket siguió mostrando una insultante superioridad sobre su rival. El trabajo de Labeyrie sobre Sikma continuó siendo implacable hasta el extremo de desquiciar al ha sido nombrado MVP de la Eurocup. Con un ataque fresco y activo, los de Ponsarnau desarbolaron a los alemanes para conseguir la veintena de puntos de ventaja (61-41). Tocando con la yema de los dedos la opción de ser campeón, el electrónico mostró un excelente resultado al final del tercer cuarto (63-44).

Aíto García Reneses dio muestras de entregar el choque o de verlo imposible quitando de la pista a Siva, su hombre más incisivo junto a Giedraitis, y poner en liza a un quinteto muy poco reconocible.

Dubljevic siguió deleitando y disfrutando en la pista. El montenegrino recordó su mejor versión y la de aquel grupo que consiguió el título de liga hace un par de temporadas. La ventaja adquirió tintes de casi de humillación al rival ya que superaba los veintes puntos de renta (72-49). Los últimos coletazos del duelo se vieron con una tranquilidad inesperada, el Valencia Basket iba a ser campeón otra vez. El bocinazo final hizo estalla de júbilo una Fonteta que se ha acostumbrado a ver ganar títulos a su equipo. Hoy toca disfrutar pero mañana será turno de pensar en la liga, la temporada no se ha acabado y la plantilla quiere más. Esta campaña no se ha acabado todavía. Al tiempo.