? El Liverpool sobrevivió al inicial empuje y entusiasmo que propuso el Oporto y salió vencedor en Do Dragao con los goles de su tridente formado por Mane, Salah y Roberto Firmino y al que se sumó el central Virgil van Dijk, para pasar a la penúltima escala de la Liga de Campeones y desafiar al Barcelona, último obstáculo antes de la final de Madrid.

Esta terna ofensiva es una garantía para los reds, una solución para el cuadro de Jürgen Klopp que, sin embargo, ejecutó la puesta inicial de su equipo sin Roberto Firmino en el once. Recurrió al brasileño tras el descanso, para matar el partido y echar el cierre a la eliminatoria.