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Las fiestas

Las fiestas

E sos que llaman a las elecciones 'la fiesta de la democracia' deben de ser los mismos que llega una final o un play-off de ascenso y hablan de 'la fiesta del fútbol', los hijos de puta. Me gustaría saber a qué tipo de fiestas va esa gente, a qué fiestas más raras invitan a esa gente. En las llamadas 'fiestas del fútbol' me paso un par de horas sufriendo de manera extrema, me paso mínimo un par de horas en un estado opuesto al que yo entiendo por festivo. Me paso un par de horas deseando estar en cualquier otra parte. Y si las elecciones fueran de verdad una fiesta los colegios no abrirían a las nueve de la mañana, ni los electorales ni los otros. Es algo que suelo comentar con mi hija camino del cole: no seremos tan listos si estamos despiertos a estas horas, has de estudiar mucho para que tu padre no tenga que estar despierto en el futuro a estas horas.

Las elecciones cada vez se parecen más al fútbol y los votantes a la hinchada. También el análisis político: dinamismo, banderas, colores chillones y representantes de cada equipo. Ya dijo Enric González que el periodismo deportivo busca masturbar al lector, y hace tiempo que en la frase se puede cambiar deportivo por político sin ningún problema. Escribo esto durante el mediodía electoral: los que saben dicen que las elecciones se decidirán por detalles. Seguro que es el mismo Detalles que según los entrenadores decide casi todos los partidos de fútbol.

No para quieto Detalles, es un fenómeno, lo imagino en cualquier parte. La semana pasada estuve en un hotel de esos que admiten niños asilvestrados como los míos, y uno de los actos estrella era la discoteca infantil, que contaba con la presencia bailonga de la mascota del hotel. El animador de la fiesta, de esa otra supuesta fiesta, cogió pronto el micro y se presentó: «Para los que no me conozcan me llamo Alberto, y para los que ya me conozcan también me llamo Alberto». Ojalá algún candidato a la presidencia del gobierno hubiera iniciado así su minuto de oro, ojalá alguno hubiera empezado así el discurso final de los debates de la tele. Ojalá hubiera apostado por ese Detalles. Tendría mi voto para los próximos veinte años.

Las competiciones siguen ajenas a nuestros votos. Desde que eliminaron al Manchester City de la Champions no paro de leer informes sobre el dinero que se han gastado. Mirad si tiene dinero el City que consiguieron fichar a Sterling, el creador de la famosa libra esterlina. Sospecho que en Inglaterra hay equipos con tanto dinero que no saben qué hacer con él, una ventana abierta para que los clubes españoles les timen como a los turistas guiris en nuestros chiringuitos de playa, y por ahí quizá nos salvemos todos. En realidad y en el fondo ese fútbol lo veo tan lejano y ajeno como la mayoría de parlamentos. Lo escribió una vez Rafa Lahuerta respecto a su afición y su club, y sirve para todo: «En el partido entre aficionados desinteresados y profesionales codiciosos el resultado final es siempre un dos en la quiniela».

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