Cerró con dignidad el Villarreal una campaña para olvidar, en la que la salvación no se selló hasta la penúltima jornada. Ante un Getafe que necesitaba ganar para apurar sus opciones de disputar la Champions League, los amarillos dieron la cara y terminaron por sacar un meritorio empate frente a un equipo al que le pasó factura ver como la victoria del Valencia convertía en inalcanzable su deseo continental.

Pero, en el arranque, el conjunto de Pepe Bordalás fue el que puso la intención y las oportunidades. El Getafe tenía más que ganar, y así anotó el primer gol de la tarde. Apuró Jorge Molina la línea de fondo, y el delantero alcoyano pasó hacia atrás en busca de un compañero. Encontró en el balcón del área a Portillo que penetró, disparó y superó a Andrés Fernández.

En ese momento, el Valencia no podía superar al Valladolid y los madrileños se encaramaban a la cuarta plaza. Pero Carlos Soler inauguraba el marcador en el Zorrilla, y el golpe moral se percibía en los getafenses. Pudo dar un paso adelante el Villarreal que, guiado por Pedraza, puso coto a la puerta de Soria. Salvó el disparo del andaluz el guardameta local, pero en el saque de esquina Iborra igualaba en el minuto 43.

En la segunda mitad, el Getafe decidió que no quería darse por vencido y que, al menos, se iba a llevar el triunfo. Andrés Fernández, providencial en demasiadas ocasiones, evitó el segundo tanto local, pero no pudo hacer nada ante un cabezazo de Maksimovic en el minuto 75, tras un centro de Ángel Rodríguez.

Cuando todos parecían contentos y con el trámite a punto de poner su punto y final, el Villarreal aprovechó la relajación local para empatar a última hora. Otro cabezazo de Iborra en esta ocasión no terminó en gol, pero el rechace lo aprovechó Gerard para superar a Soria. El portero sacó el balón de dentro de la meta, y no evitaba la igualada en el minuto 87.