No hace falta chillar mucho para que tu voz se oiga. Es el caso de Manu Trigueros, uno de los futbolistas con más personalidad del Villarreal. Y también con más talento. Como el equipo, comenzó con el pie cambiado la pasada temporada. Convaleciente de una intervención quirúrgica, se intentó forzar y adelantar su recuperación porque su demarcación estaba roma de efectivos. Manu empezó a jugar muy mermado de facultades y lejos de su nivel. Fue un error que el propio jugador pagó caro, porque su rendimiento era muy bajo y el equipo no funcionaba. Lo sufrió en silencio, porque su estrella se difuminaba a la misma velocidad de la de un Villarreal que coqueteaba con el descenso.

Esta temporada todo ha cambiado en el Villarreal. Manu también y ha empezado a un nivel altísimo, convirtiéndose en uno de los jugadores más destacados hasta que una microrrotura fibrilar motivó que tuviera que entrenar a parte del grupo por precaución. «Empecé muy bien la pretemporada, pero luego vino este problemilla, aunque me encuentro muy bien», explica Trigueros. El talaverano empieza de cero dispuesto a enterrar en el lado oculto de su cerebro el 'annus horribilis' tanto para él como para el club: «El año pasado se cometieron errores, por las prisas, por la falta de gente que había en mi posición. Todo se precipitó y la dinámica del equipo no fue buena». «Todos queremos olvidarlo y se está viendo esta pretemporada con los buenos resultados», añade Trigueros. Contra el West Bromwich Albion y el Levante ya se volvió a disfrutar de su visión y su manera de entender el fútbol, pero una pequeña lesión le impidió jugar los dos amistosos de Austria.

Manu regresó de vacaciones con la intención de volver a ser el de siempre. «El primero que quiere ver al Trigueros de siempre soy yo. Quiero ser feliz jugando, ganar muchos partidos y que el Villarreal esté otra vez arriba», asevera con firmeza. Por primer vez en el último lustro, no se podrá disputar competición europea y el reto que todo el grupo se ha marcado es clasificar al Submarino otra vez en los puestos nobles. «Estamos fichando buenos jugadores, que junto con los que ya teníamos, forman un buen grupo. No se nos ha olvidado jugar al fútbol. La temporada pasada está olvidada», explica.

Y de lo malo también se aprende, Trigueros considera que el Villarreal ha salido fortalecido: «Tenemos la experiencia que no habíamos vivido de coquetear con los puestos de abajo y esto nos va a ayudar».

Una plantilla sobrada de calidad

Si algo le sobra al Villarreal es futbolistas de un gran nivel técnico. Moi, Cazorla, Morlanes y el propio Trigueros componen un elenco de jugadores exquisitos: «Hay mucho talento, calidad y futbolistas con criterio, que se mueven muy bien en el campo y leen los espacios. Además se entienden y compenetran». Al margen el equipo también ha mejorado en otras parcelas: «Si al talento le sumamos una buena defensa, manteniendo un buen bloque atrás y añadimos los grandes delanteros que tenemos, todo ello redundará en victorias», reivindica. En la pretemporada se ha visto que los partidos se cierran y no se dejan cabos sueltos cuando el rival está siendo superando, a diferencia de la temporada pasada. «Es muy positivo porque se nos escapaban muchos puntos y eso ahora lo tenemos muy en cuenta pararematarlos y no llevarte sustos», señala. Y termina con un mensaje claro y rotundo: «El Villarreal volverá a ser el de siempre y no sufrirá tanto como el año pasado». Amén. Palabra de Manu Trigueros.