Entre la intensa actividad profesional que ocupa el mes de agosto con torneos por doquier, además de Copas y exhibiciones diversas en variadas modalidades destaca en este mes de agosto la reinauguración del Trinquet de La Pobla de Vallbona, una de las noticias más positivas ya que toda mejora en instalaciones supone una esperanza de futuro.
Hay en La Pobla de Vallbona tradición como en pocos pueblos de la comarca pero a día de hoy, hay sobre todo un activo club que da vida diaria a la instalación, que no duda en participar en las distintas competiciones federativas y que, llegado el caso, apuesta por la presencia de los mejores profesionales con un torneo a lo grande. Toda esa actividad de base, toda esa presencia real del deporte en las losas de este trinquete justifica sobradamente la inversión en su cubrición e iluminación.
Fue en el otoño del año 1968 cuando una de las leyendas de este deporte, un mitger de los más grandes en los años cincuenta, se embarcó en la construcción de un trinquete. Tuvo la valentía de hacerlo en una época en la que este deporte no vivía precisamente sus mejores años. La partida inaugural la protagonizaron Rovellet y Pascual contra Soro y Ruiz. Vencieron estos últimos por 60 a 40. De aquel nuevo trinquete surgieron figuras como Colauet, el Roget, y sobre todo, Pascualín, que durante muchos años ocupó lugar de honor en la posición de punter/ mitger.
Miguel Balaguer Sanz, «Caña», nacido en 1922 fue el primero de los mitgers tras la retirada de Mora. Participó en tres famosos desafíos que enfrentaron a Lliria contra Juliet, acompañando al primero pero según sus propias palabras su mejor partida la disputó en el trinquete de Sueca, a beneficio de Patilla II y en la que en compañía de Ferrer de Benaguassil derrotaron a Juliet y Patet por 60 a 55.
La Pobla de Vallbona tuvo trinquet desde principios del siglo XX, ubicado en la calle que hoy lleva precisamente ese nombre. Era propiedad de Sebastián, «el abuelo judío». En aquel trinquete destacó la figura del Bombet, que alternó las partidas de Escala i Corda con los grandes desafíos de Llargues que se disputaban con miles de seguidores en los pueblos de l' Horta. Fue también famoso un desafío con miles de duros de apuesta inicial que enfrentó a Francho y Deval contra los hermanos Caña y Balaguer. En La Pobla vencieron los primeros y en la revancha disputada en el desaparecido trinquet de Benaguassil vencieron los hermanos. La moneda oficial de los trinquetes en tiempos de la peseta siempre fueron los duros, pues justamente en los trinquetes era de los pocos lugares donde la autoridad hacia la vista gorda a la prohibición oficial del juego. Y puestos a jugarse el dinero no era cuestión de perder el tiempo con las pesetas. Directamente a los duros, a los cientos de duros y casi siempre a los miles de duros?Tiempos que desgraciadamente no volverán. La liberalización del juego y su fácil acceso actual a través de internet ha supuesto un duro golpe para la vida económica de los trinquetes valencianos o los frontones profesionales vascos.
Reabre a lo grandes las puertas de este renovado trinquete, hoy municipal y que lleva el nombre de la leyenda de Miguel Caña.En la primera semifinal, jugada el pasado lunes, apenas hubo emoción por la clara victoria del trío de De la Vega, Javi y Álvaro derrotaron a Francés, Salva y Monrabal por 60 a 20. El próximo lunes, Puchol II y Félix se enfrentarán a Genovés II, Jesús y Carlos. Y el día 17 se disputará la gran final. Tres jornadas al máximo nivel.
