Carlos Soler será uno de los protagonistas del partidazo con el que el Valencia CF abre de nuevo la puerta de Mestalla, el reencuentro con los aficionadosdespués de la crisis que ha sacudido al club en las últimas semanas, en la que la plantilla se posicionó claramente del lado de Mateu Alemany y Marcelino. Más que una postura de fuerza, el valenciano asegura que el objetivo era transmitir al club que el vestuario está fuerte y unido ante cualquier circunstancia. «Al final, el bloque es lo que hace la fuerza. El grupo, el estar todos unidos. Creo que el año pasado eso se demostró». Más que intervenir, «nosotros hemos estado juntos, no hemos tomado ninguna decisión. Al final, nosotros nos dedicamos a jugar. Obviamente, Mateu es una pieza muy importante, pero nosotros nos dedicamos a jugar. El míster ya dijo ayer que está todo arreglado, así que no creo que tengamos que hablar mucho más del tema».

De lo que sí se está hablando es de su posición en el campo, del overbooking en la banda derecha, de la llegada posible de Rafinha y del recambio de Parejo. Marcelino volvió a dejar claro que, para él, Soler es el titular en la derecha, algo que no le sorprende: «El míster es el que decide. Vengo jugando en banda derecha los dos últimos años, pero también puedo jugar en otras posiciones», dice.

Carlos regresa con menos vacaciones que el resto, pero con ganas de empezar después de «un verano muy movido, con la final de Copa, con la victoria en el Europeo... He tenido unas tres semanas de vacaciones, pero ya estoy de vuelta con ganas de jugar y de volver a ver a la afición. Desde el día en que celebramos la Copa del Rey no hemos vuelto. Mañana será una gran prueba contra el Inter de cara al inicio de Liga, porque esta va a ser una temporada larga y dura. Va a ser difícil mejorar lo del año pasado. Empezamos muy mal, era un año muy especial, con el Centenario, y había mucha presión, pero conseguimos un título, meternos en Champions y en semis de Europa League. Intentaremos mejorarlo».