Estreno con derrota el que ha vivido esta tarde el Levante UD en su visita al Deportivo Alavés, donde un solitario gol de Joselu a balón parado ha acabado con las esperanzas de los de Orriols de iniciar el curso liguero con un triunfo que marcara el camino a seguir en las próximas jornadas. Las buenas sensaciones en el juego fueron la mayor nota positiva de un choque donde los azulgrana sufrieron la efectividad de los pupilos de Asier Garitano. Los blanquiazules, pese a no brillar, lograron mantener los tres puntos en casa.

El partido llegaba macerado por ese aroma a debut complicado, donde Paco López estrenaba el catálogo de sorpresas antes del pitido inicial. Morales no aparecía entre los once elegidos para el choque en Mendizorroza y el 4-4-2 se imponía como el esquema a contemplar en los primeros minutos oficiales del curso. Mayoral y Sergio León serían las referencias; Melero y Bardhi, los apoyos por los costados. La intención del técnico de Silla estaba clara. El dominio en el juego tenía que ser de los granotes para que Campaña, con su talento, abriera los espacios necesarios en ataque, mientras Vukcevic, como pivote defensivo, sería el encargado de trabajar en la sala de máquinas.

La idea pareció salir bien en los primeros compases del encuentro. El Levante, con una presión medida, dominaba la pelota como si lo llevara haciendo toda la vida. No obstante, la falta de claridad azulgrana en los últimos metros evitaba que el peligro asolara la meta de un Pacheco a penas inquieto con los disparos lejanos de Mayoral y Melero. El peso del partido que soportaban los de Orriols parecía casi una garantía de éxito si continuaba con el paso de los minutos. Pero el Deportivo Alavés despertó de su letargo.

Poco a poco, los vitorianos comenzaron a coger ritmo y a encarar la zaga granota, que aguantaba sin demasiados problemas las acometidas locales. Vezo y Postigo, la pareja elegida para el arranque oficial de la campaña, se mostraban sólidos y los blanquiazules, sin demasiada creatividad, tan solo lo probaban desde fuera del área con remates que Aitor solventaba sin problemas. Antes del descanso, solo una ocasión de genio de Bardhi, tras un pase entre líneas de Campaña, pudo cambiar el marcador. Pacheco, la gran figura del encuentro, lo evitó con una mano que mandaba el balón a córner.

Ya en el segundo tiempo, el Deportivo Alavés salió con otra cara, dispuesto a demostrar porque los granotes no habían sacado un resultado positivo en Vitoria desde hacía más de dos décadas. La búsqueda del tanto, que tan ardua había sido para los visitantes en el inicio, tuvo pronto premio para los locales.

A la salida de un córner, el recién llegado Joselu se adelantaba a un blandito Miramón para colocar por delante a los babazorros. El cabezado del delantero hacía inútil el intento de Aitor, quien había logrado despejar el balón, pero desde dentro de la portería. El 1-0 se establecía en el marcador y la situación a afrontar por el Levante cambiaba por completo.

Paco López, conscientes de las necesidades ofensivas del partido, daba entrada a Morales y Rochina al campo. Sin embargo, en un esquema planteado para el control, el ataque casi a la desesperada resentía la creatividad de un equipo que solo lograba generar peligro a balón parado.

Así llegaría le mejor ocasión granota de la segunda mitad. Vezo, en un córner, a punto estuvo de sorprender de cabeza, pero de nuevo el meta blanquiazul, imperial ante cualquier intento, lo evitó. La salida tardía de Róger, que sustituyó a un desdibujado Sergio León, no tuvo el efecto revulsivo de la pasada temporada y el Levante, que no mereció perder, se acabó despidiendo de Mendizorroza, un año más, sin un resultado positivo en su zurrón.