Roberto Bautista encara la recta final del 2019 instalado en la décima posición del ránking mundial de tenis, con un esperanzador horizonte. Puede avanzar todavía más en el US Open, que arranca en ocho días. Tiene, por lo tanto, una inmejorable oportunidad de elevar el listón en un año que, pase lo que pase, ya no olvidará jamás.

Entre los principales registros de Bautista, figura ese ascenso de 14 posiciones en el ránking, escalando de la 24ª con la que acabó el 2018, a la 10ª. Además, marcha séptimo en la Race to London: es decir, a día de hoy, disputaría la Nitto ATP Finals o Copa Masters (10 al 17 de noviembre). Gracias a los sensacionales números que presenta, en un año donde ha llegado lejos, con regularidad además, lo que le ha impulsado en esta doble clasificación tenista. Rober ya estuvo en Londres hace tres años, pero como reserva. Ahora acudiría por la puerta grande. Estamos hablando del jugador que ha llegado a cuartos con mayor asiduidad dentro del circuito profesional: 10, las mismas que el griego Stefanos Tsitsipas) y una más que Rafa Nadal. El castellonense, el 19º tenista español que se mete en el top-10 (primero desde que, en septiembre del 2017, lo consiguiese Pablo Carreño), lleva ocho meses a un nivel espectacular, puesto que ya lo arrancó por todo lo alto, con el título el 5 de enero en Doha (ATP 250) y sus primeros cuartos de final en un Grand Slam (Abierto de Australia). No se detuvo ahí la cosa, porque superó esa barrera en Wimbledon (cayó en semifinales). Además, se ha quedado a las puertas de la final en hasta tres Masters 1.000: Miami, Montreal y Cincinnati.

El balance de victorias derrotas en este curso es de 32-14, destacando el 11-3 en los tres grandes disputados o el 11-7 en Masters 1.000.

Aunque la fecha de caducidad, en el deporte de hoy, se retrasa, tanto en deportes de equipo como individuales (ciclismo, tenis...), es difícil llegar a la plenitud con casi 32 años, que es la edad a la que se encamina el castellonense (los cumplirá en abril del 2020). De ahí que esta progresión, fruto de la constancia, tiene más mérito aún, sobre todo por el punto de partida de Bautista, en un 2018 donde sufrió por el repentino fallecimiento de su madre y por las lesiones, que le perjudicaron en esta época de la temporada y que redujeron su presencia en el camino al US Open, donde cayó, en primera ronda, contra el 98º del mundo. Es el motivo por el que solo defienda 10 puntos, de ahí que sus progresos en Montreal y Cincinnati le hayan llevado a derribar, por fin, la barrera del top10.